La Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) ha retirado árboles caídos en el cauce del río Tajo y en el arroyo de la Hoz, en Poveda de la Sierra.
Los trabajos se llevaron a cabo el pasado mes de agosto, entre el salto de la Poveda y la Fuente del Berro y en el cauce del arroyo de la Hoz, aguas arriba del núcleo urbano de Poveda de la Sierra, con operarios y maquinaria.
Además de ser una buena noticia para quienes intentaban, y no podían, descender en piragua por ese tramo, lo más importante es que se facilita un paso sin obstáculos del agua en futuras tormentas y grandes lluvias.
La Confederación dice haber dedicado a esta operación de limpieza 11.280 euros.
¿Quién tiene que (y quién puede) limpiar los cauces?
La CHT ha aprovechado la ocasión para recordar, en un comunicado, que «de acuerdo con lo establecido por el artículo 28.4 de la Ley del Plan Hidrológico Nacional, los trabajos de conservación y mantenimiento de cauces públicos que discurren por zonas urbanas corresponden a los ayuntamientos», lo que resolvería definitivamente una vieja polémica sobre la prohibición o no de desbrozar los cauces de los arroyos e, incluso, el Henares en la capital.
Según este organismo, deben acudir, en primera instancia «tanto las diputaciones como las administraciones autonómicas en auxilio de los municipios que no disponen de los recursos necesarios para hacer frente a estas competencias», con el consiguiente ahorro para el Estado.