Las obras de la céntrica plaza del Concejo avanzan, con algunas modificaciones sobre el proyecto original aceptadas para conseguir retener a la empresa adjudicataria de las mismas y con la eliminación, ya consumada, de los dos únicos árboles que sobrevivían al movimiento de las máquinas.
Desde hacía semanas, la viabilidad de ambos ejemplares parecía más que improbable. Como recuerdan las fotografías de LA CRÓNICA tomadas el pasado 18 de julio y que ahora publicamos por primera vez, sus raíces al aire no presagiaban nada bueno. Y así ha sido. Los amantes de la naturaleza en la ciudad tienen un agravio más que sumar a los muchos perpetrados en las reformas de la capital alcarreña durante los últimos años.
La remodelación de la plaza del Concejo ha sido mucho más accidentada de lo previsto. Y no sólo por el hecho de que una excavadora llegara a ser engullida por un socavón, sino también por las discrepancias entre Ayuntamiento y empresa, a cuenta de algunas incongruencias del proyecto, superadas con modificaciones en el mismo tras al menos dos reuniones convocadas tras la "espantada" que dejó empantanado el tajo durante semanas, en vísperas electorales.
Al fondo, el edificio del Centro Cívico también espera una vida algo mejor.