Aike propone dar uso a algunos de los numerosos edificios abandonados que hay en la ciudad. Defenderá una moción en el pleno del próximo viernes, en la que repasa los edificios públicos abandonados en la ciudad.
En algún caso concreto no se trata de ideas nuevas sino reiteradas, como es el caso del enorme edificio de la plaza de Beladíez, para el que Aike lleva años proponiendo que se reforme y se habilite para pisos de alquiler para jóvenes.
Entre los edificios citados están la Prisión Provincial, los antiguos Juzgados, las casas de auxiliares del Fuerte de San Francisco, la Cárcel de Mujeres o el Parque Móvil Municipal. además de los numerosos solares y edificios privados que se encuentran sin uso. «La regeneración de estos espacios podría ser uno de los revulsivos que necesita la juventud para decidir quedarse en la ciudad y también una fórmula para revitalizar el centro», apuntan.
Para el anterior concejal de la formación, Jorge Riendas “es el momento que el Ayuntamiento apueste por rehabilitación de edificios públicos sin uso y facilite el alquiler para la juventud. Desde la administración local se pueden buscar colaboraciones que beneficien a sus actuales propietarios en el caso de los edificios privados, que den uso a inmuebles de titularidad pública abandonados desde hace años, y que todo ello, sirva para aumentar el parque de viviendas en alquiler en Guadalajara”.
Esta moción, se suma a otras anteriores propuestas de Aike como la declaración de zona tensionada, la creación de una Unidad de Gestión Municipal de Suelo, una Empresa Municipal de Vivienda, la hibridación de uso de los locales o incentivar nuevos modelos residenciales como la vivienda colaborativa.
El caso de los antiguos Juzgados
Desde marzo de 2021, Guadalajara cuenta con un nuevo edificio para los Juzgados, al otro lado de la A-2.
Durante aquel acto, el por entonces alcalde, Alberto Rojo, apelaba «al diálogo y a la colaboración» para determinar el futuro del edificio de la plaza de Beladíez, en el marco del plan de recuperación del casco «en el que el Ayuntamiento trabaja desde hace meses», según se decía entonces. «A la ciudad le preocupa que un inmueble de dimensiones elevadas en pleno corazón de la ciudad pueda quedar vacío y cerrado, con todo lo que ello supone».
Un año más tarde, en febrero de 2022, el propio Alberto rojo reconoció en público que quería transformar los antiguos Juzgados de Guadalajara en una residencia de estudiantes, pensando con ello en dar servicio a los futuros alumnos de la Universidad de Alcalá que supuestamente requerirán de alojamiento mientras cursan alguna de las titulaciones que se impartirán en el nuevo campus.
«Es un edificio al que tenemos echado el ojo», reconocía en 2022 el por entonces alcalde al tiempo que desvelaba que ya había «conversaciones» con el Ministerio de Justicia, actual titular del inmueble. Hasta ahora, las únicas residencia de estudiantes en Guadalajara han sido las de la Diputación en el Paseo de Las Cruces y la de la Junta de Comunidades en el Palacio de los Guzmanes.
Según pudo confirmar LA CRÓNICA a propósito de aquella información, el Ministerio de Justicia estaba deseando que se produzca cuanto antes la desafección del edificio; sería ese el primer paso para quitarse de encima el mantenimiento de algo que no necesitan en Guadalajara tras la apertura del nuevo Palacio de Justicia, al otro lado de la A-2.
Esa es una idea que posteriormente ha retomado, retóricamente y parece que también por escrito, Ana Guarinos. El Ayuntamiento estaría dispuesto a asumir las obras que hagan falta para modificar el uso de este edificio si se lo cedieran, pero contando para ello con la colaboración de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, ya que el destino final sería el de residencia universitaria y se trata de un proyecto «que el Ayuntamiento no podría asumir en solitario», según lo expresado por la alcaldesa en abril de 2024.
En esas fechas, la delegada del Gobierno en Castilla-La Mancha, Milagros Tolón, se comprometía a interesarse por este proyecto al considerar que puede ser «perfectamente viable». «Creo que si el Ministerio de Justicia no va a utilizar este edificio, puede servir para la ciudad de Guadalajara». «La colaboración entre administraciones es importante», subrayaba ante los periodistas. «Nos vamos a interesar porque me parece perfectamente viable», insistía.
Casi un lustro después de cerrar definitivamente sus puertas, nada se ha resuelto y el edificio se mantiene sin uso y sin proyecto alguno.