Miguel Fluiters se deshace. No hablamos de una calle cualquiera, sino de una de las más principales de Guadalajara. Esa a la que el hiperdinámico dúo formado por Alberto Rojo y Sara Simón pintó de verde y a la que Ana Guarinos y Santiago López Pomeda aún no han dado solución.
Miguel Fluiters se deshace, como han podido comprobar los viandantes en este último lunes de octubre, cuando media docena de grandes trozos del caucho del pavimento se desparramaban en el cruce con Benito Hernando.
Miguel Fluiters se deshace año y medio después de inaugurada la reforma, como vaticinaban los agoreros, siempre tan certeros en esta ciudad.
Miguel Fluiters se deshace en otoño como en verano o en cualquier otra estación del año, pese a que el 4 de agosto de 2024 terminaba la garantía de la obra.
Miguel Fluiters se deshace también más allá de la alfombra verde desconchada, puesto que el paso continuo de vehículos fuera de la calzada ha destrozado desde hace meses un buen número de baldosas de granito de las aceras, en un proceso que parece lejos de terminar.
Y mientras esto ocurre, casi como un símbolo del moroso ritmo del Ayuntamiento, serán muchos los que salgan huyendo en este inminente «puente» de Todos los Santos.
Ni lo uno ni lo otro extraña ya a nadie.