A las 11.05 quedaba desvelado y desterrado cualquier misterio: Alfonso Esteban confirmaba, por si había alguna duda, el apoyo de Vox a su intención de incrementar el IBI para recomponer las cuentas municipales.
¿Todo resuelto? No.
En el inmediato turno de votaciones se originó un guirigay inesperado, vergonzoso y vergonzante, a vueltas unos y otros con qué se votaba realmente en cada apelación de la alcaldesa para levantar o no el brazo. Los titubeos del Grupo Socialista quedarán para los anales.
A las 11.20 votaban juntos PP y Vox contra PSOE y Aike.
¿Acabado el embrollo? Relativamente, porque entonces se iniciaba la votación individual de todas las enmiendas vistas en comisión, un proceso moroso y que no estuvo carente de interpelaciones, extemporáneas o no. Primero, las muchas enmiendas de Aike, Luego, las muchas del PSOE.
Cuando llego el momento de la votación decisiva… ¿llegó algo parecido a la normalidad? Tampoco. En el crítico momento, con 13 concejales brazo en alto, la portavoz socialista interrumpió la votación de viva voz, lo que provocó que hubiera que intentarlo de nuevo.
Así las cosas, después de tanto arrebato, la alcaldesa se quedó a un tris de expulsar a Susana Martínez por su reiterado empeño en tomar la palabra fuera de su turno. Por los mismos motivos llegó a apercibir Guarinos a Lucía de Luz. No se culminaron las amenazas.
El sainete plenario llegaba después de un áspero debate iniciado cuando pasaban seis minutos de las diez de la mañana. Ese era el momento en que Alfonso Esteban tomaba la palabra para defender su proyecto de Ordenanzas Fiscales para 2024. Es decir: la polémica subida del IBI, esencialmente.
Con el sustancial incremento de este impuesto municipal, el PP dice pretender enjugar la mitad de los 9 millones de euros de «agujero» presupuestario dejado por los anteriores responsables… desfase que estos niegan.
Un cuarto de hora después, las explicaciones estaban dadas y finalizadas. Con cinco minutos en su primera intervención, Susana Martínez (que pedía más tiempo para explicarse, pero no lo consiguió) espero al segundo para pedir «moderación» a la hora de plantear la situación económica del Ayuntamiento y huir «de los dimes y diretes».
Más interés había en escuchar al portavoz de Vox, Morejón. «Teníamos interés en conocer en profundidad el expediente», argumentó para y justificar que se abstuvieran en la comisión, un sentido del voto que desató la alarma en algunos foros. «Una vez que hemos tenido ocasión» de revisar la documentación económica aseguraba el concejal, médico de profesión, que habían constatado la «terrible gravedad del enfermo», por el «desequilibrio que pone en riesgo la posibilidad de continuar los servicios municipales». Según sus propias cuentas, alcanzarían los 16 millones los necesarios para equilibrar las cuentas, no los 9 qu se han venido manejando. «La izquierda lo manipula todo» sentenció.
La convocatoria de Vox
El caso es que la escenografía ya estaba preparada para que Vox alcanzara el máximo protagonismo este viernes, con fondo de la fachada del Ayuntamiento de Guadalajara y las cámaras y los micrófonos recogiendo la gran novedad del 27 de octubre de 2023. A primera hora de la mañana, cuando aún no había amanecido y muchos todavía se atragantaban con el desayuno, desde el grupo municipal de Vox se hacía llegar el siguiente mensaje: «El portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Guadalajara, Víctor Morejón, atenderá a los medios de comunicación que así lo deseen a la finalización del punto número 15 del Orden del día del pleno o durante el receso del pleno, si fuera antes, para explicar el voto del grupo a la modificación de las Ordenanzas Fiscales de 2024». O sea, para dar cuenta de su discrepancia (qué discrepancia?) con el socio de gobierno, que es el PP, a propósito de la intención de este (y sólo de este, sin consulta previa) de proceder a una muy notable subida del IBI, cuyos recibos se van incrementar casi un 20%. Sin el apoyo expreso de los concejales de Vox, no habría habido subida.
Durante toda la semana, otros medios locales habían recogido con amplitud algo por entonces no era tanto una noticia como un futurible: que Vox se opusiera en el pleno de este viernes a la subida del IBI y otros impuestos locales. No se ha producido.
Hasta donde pudo confirmar LA CRÓNICA tras la abstención de Vox en la comisión que abordó la cuestión, aquello quiso ser un toque de atención a Guarinos y al PP por no haberse compartido asunto tan sensible con los socios de gobierno. De hecho, en la Junta de Gobierno Local de este martes Vox votó en línea con sus socios populares. Lo que ha venido sucediendo en las últimas horas ha enrarecido más la cuestión, en lugar de pacificarla, aparentemente.
Fuentes consultadas por este diario ratificaron a principios de semana el enfado en las filas de Vox y, después, la sorpresa por que algún concejal del PP asumiera el riesgo de traspié en el pleno, cuando fue preguntado en rueda de prensa, en vez de responder con las evasivas habituales en circunstancias como esa.
La declaración/aviso de Alfonso Esteban
Este jueves, el concejal de Economía del Ayuntamiento de Guadalajara, el ‘popular’ Alfonso Esteban, ha ido más allá y ha pedido «máxima responsabilidad» a su socio de Gobierno, Vox, así como al PSOE y a Aike en las horas previas al pleno del 27 de octubre.
Esteban espera que en el pleno de este viernes se voten favorablemente las ordenanzas fiscales, lo que incluye la subida del IBI planteada para el próximo año en Guadalajara. Una abstención de los cuatro concejales de Vox tumbaría la propuesta, ante la más que previsible oposición a la misma del PSOE y de Aike.
Para el concejal del PP no se trata de «un capricho ni una decisión arbitraria» sino de una necesidad para equilibrar las cuentas públicas tras el «agujero» dejado en el Ayuntamiento por el anterior equipo de Gobierno.
Esteban quiere certezas antes del Pleno
«Esto tiene que quedar aclarado antes de mañana y creo que la responsabilidad está por encima de todo», ha subrayado, insistiendo en que es una decisión «responsable» que, aunque según ha recalcado va en contra de sus principios, «hay que hacerlo» si se quiere mantener los servicios en la ciudad.
En esta línea, Alfonso Esteban ha subrayado, además, que también el PSOE debería ser «coherente» con la situación que han dejado y apoyar, este viernes en pleno, el expediente de ordenanzas fiscales. «No es lo que nos hubiera gustado encontrar pero es lo que hemos encontrado», ha subrayado insistiendo en el «agujero» económico de al menos nueve millones de euros dejado por el Gobierno municipal de Alberto Rojo.
Así, el concejal que lleva la economía municipal ha vuelto a justificar esta decisión de subir el IBI a los guadalajareños por la situación económica «preocupante» que vive el Ayuntamiento, con al menos 9 millones de agujero y un desequilibrio en el presupuestopor haber presupuestado ingresos que no se están produciendo ni remotamente.
«No es un capricho sino hacer lo que cualquier responsable público tiene que hacer para equilibrar las cuentas públicas» para garantizar los servicios, ha dicho, insistiendo en que hay que equilibrar las cuentas por los ingresos y la bajada en el gasto voluntario.
Para el edil de Economía, lo fundamental en estos momentos es poder garantizar un presupuesto para el año 2024, pero «han generado gasto estructural contra ingresos coyunturales que, además, no se están produciendo».
Alfonso Esteban ha hecho también mención a como, en las últimas horas, la propia concejal de Aike, Susana Martínez, reconocía la complicada situación económica del Ayuntamiento. «No solo lo dice el PP sino alguien que es antagónico en ideología, pero que conoce la situación económica», ha subrayado.