La Guardia Civil ha esclarecido el robo de 120.000 euros y joyas en una vivienda de un pequeño empresario en la localidad de Malagón, en la provincia de Ciudad Real. La cosa no ha sido inmediata, puesto que los hechos y la posterior denuncia tuvieron lugar a finales del año pasado.
La resolución del caso ha tenido su repercusión directa en la provincia de Guadalajara, concretamente en la localidad de Alovera.
Según detalla la Guardia Civil, después de las primeras gestiones se consiguió conocer la identidad de uno de los presuntos autores, que residía en Alovera.
Una vez conocida la identidad de este sujeto, con la autorización de la autoridad judicial, se pudo, «mediante diversas técnicas de investigación» que no especifican, identificar a otros dos autores, uno en Malagón y el otro en Guadalajara.
Estos habían llevado a cabo grandes desembolsos de dinero en efectivo tanto en juegos de azar como en adquisición de bienes y tratamientos estéticos, «sin tener trabajo remunerado alguno», destacan desde la Benemérita.
Una vez obtenidas suficientes pruebas e indicios de la implicación de estas personas, se solicitó la entrada y registro en tres domicilios situados en Alovera, Malagón y Guadalajara.
En el desarrollo de estos se detuvo a dos personas y se investigó a otra más como presuntos autores de un delito de robo con fuerza y otro por pertenencia a organización criminal.
En el registro se intervinieron dos vehículos de alta gama, joyas y dinero en efectivo, además de diversas herramientas para llevar a cabo los robos, algunas de ellas específicas de cerrajería, documentación falsa, sistemas de comunicación inalámbrica e inhibidores de frecuencia.
Se ha detenido a dos personas y se ha investigado a otra más como presuntos autores de un delito de robo con fuerza y otro por pertenencia a organización criminal.
¿Cómo perpetraron el robo?
Los presuntos autores accedieron al inmueble del empresario aprovechando el momento en el que la casa se quedaba vacía, directamente forzando el bombín de la puerta principal.
Una vez en el interior, recorrieron todas las habitaciones, robaron diversas joyas y aproximadamente 120.000 euros que se encontraban en su mayor parte en una caja fuerte anclada en una pared, junto con otra en un arcón, en el garaje.
Se confirmó, como parecía evidente, que este robo respondía a una labor previa de planificación y a un exhaustivo control y vigilancia sobre los propietarios, de los que conocían los horarios de entrada y salida.