El pequeño municipio guadalajareño de Villaseca de Uceda recupera este sábado, 14 de enero, después de casi cien años, su botarga. Este colorido personaje volverá a salir a las calles gracias a la asociación cultural ‘Amigos de Villaseca de Uceda’ y a las subvenciones que para ello ha sacado la Diputación Provincial.
Así, si el pasado año se recuperaron botargas como la de Cabanillas del Campo, este año la apuesta ha sido la de la asociación cultural Amigos de Villaseca de Uceda, que ha querido promover el ‘bautizo’ de la botarga de su pueblo «de la manera más fiel que podamos porque no hay información muy concreta», según destaca su vicepresidenta, Lucía García.
En esta recuperación el principal problema al que ha tenido que hacer frente la asociación ha sido la falta de testimonios, de ahí que se hayan basado más en la documentación encontrada sobre botargas perdidas, como la que dejó en su día el ya desaparecido etnólogo José Ramón López de los Mozos, para atisbar cómo era su vestimenta y qué hacía.
Y entre los datos que han encontrado es que la última botarga que salió en el pueblo data de 1932. Aunque García no ha querido desvelar todos los detalles de la fiesta prevista para este sábado, ha señalado que habrá «alguno guiño sorpresa» para la ocasión tras su presentación.
Además, una ronda con música y letra confeccionada para la ocasión acompañará a la botarga de casa en casa a pedir viandas, que se compartirán en una merienda conjunta, acompañados también de los dulzaineros.
La fiesta arrancará al mediodía en la plaza de la Solanilla (frente al edificio del Ayuntamiento). Allí se recibirá a la botarga, que iniciará su recorrido por las calles del pueblo y más tarde se sumarán a ella los dulzaineros ‘Mahurotos’, cerrando la jornada con una caldereta popular benéfica, organizada y patrocinada por el club deportivo Villaseca de Uceda, en la que los beneficios irán destinados a la Fundación Pequeño Deseo.
Detrás de esta iniciativa está el interés de la asociación por dar continuidad a las tradiciones. «Queremos darles sentido para que las conozcan las nuevas generaciones, que se involucren y que las fiestas tradicionales y folclore persista en los pueblos», ha subrayado tras reconocer que también han conseguido la involucración de los más pequeños, que han participado en talleres para ver cómo podría ser la confección ideal del traje.
No es la primera vez que desde la asociación arrancan con un proyecto similar. Como en el pueblo no se ponían de acuerdo sobre la celebración de la llegada de Papá Noel o los Reyes Magos, en base a la mención del último botarga de Villaseca de Uceda, llamado Julián González y apodado ‘La leona’, instauraron, sin mucho éxito entonces, el Día de la Leona, un «guiño» a la botarga que ahora toman con más fuerza y con apoyo de la Diputación.
Las Botargas de Guadalajara ya están declaradas Bien de Interés Cultural por parte del Gobierno regional y cada vez son más los pueblos que se suman a la recuperación de sus tradiciones, entre otras cosas, para mantener con vida los pueblos.