Además de ser el motor económico de Europa, Alemania ha sido el destino turístico para cientos de miles de españoles, que generaban más de 3 millones de pernoctaciones cada ejercicio. Así fueron las cosas hasta que, también en esto, se cruzó la pandemia en nuestras vidas. En 2021 se alcanzó apenas la tercera parte. Están dispuestos para que la cosa cambie, a mejor.
Ahora, tras dos años de espera, parece que definitivamente ha llegado el momento de tomarnos la revancha de todo lo que no hemos podido disfrutar. Y Alemania, también en eso, es una auténtica potencia a nuestra alcance.
Para confirmarlo ha sido de gran utilidad este 16 de marzo de 2022 el esfuerzo realizado por la Oficina Nacional Alemana de Turismo en España, que ha reunido en Madrid a un grupo de periodistas de turismo y viajes. LA CRÓNICA ha estado allí.
La sensación más clara que genera la recién estrenada campaña turística es que tanto la Administración como la iniciativa privada coinciden en no querer dilatar más la espera de la recuperación del sector.
Alemania, más verde de lo que te imaginas
Con una más que apreciable capacidad didáctica, Ulrike Bohnet, la directora de este departamento para España y Portugal, ha pasado revista detallada a la infinidad de propuestas que pueden ser del interés del turista español ya sea que viaje solo, en pareja o en familia, con ganas de moverse en transporte público o en vehículo particular, por ciudades o empapándose de naturaleza… pues no en vano un tercio del territorio alemán cuenta con protección medioambiental y son 16 los parques nacionales que jalonan el país.
Precisamente, lo «verde» y el turismo sostenible son quizá el eje más firme de los planes turísticos germanos para el futuro inmediato. Así lo confirmaba Bohnet en conversación con este diario y así se constata en su propia web institucional.
La pasión por lo ecológico no le resultará extraña tampoco a la ministra del ramo, que forma parte del cupo «verde» del primer gobierno del canciller Olaf Scholz. Pero no es algo nuevo ni circunstancial, sino muy asentado desde hace años en la oferta viajera alemana. En este sentido, para los españoles más avisados quizá sea el momento de descubrir algunas de las islas de su litoral, con pequeñas maravillas como Spiekeoog, en Frisia Oriental, que atrae tanto por el mar o la tierra como, sobre todo, por sus maravillosos cielos estrellados.
Son tantas y tan variadas las propuestas que uno puede descubrir en la Alemania de 2022 que hay sitio para todos y casi para todo: desde acompañar a los vecinos de Marburgo en el 800 aniversario desde que se constituyó libre esta bellísima ciudad, como darse un garbeo por Leipzig, con la excusa del 175º aniversario de la muerte de Mendelssohn pues «Félix te hace feliz», como argumentan con inesperado gracejo los organizadores.
Campo abonado para las «escapadas»
Junto al medio ambiente y las efemérides, la tercera pata sobre la que se sustenta es la más que bien conocida tendencia al city break. En efecto, los españoles somos de los europeos más dispuestos a las escapadas de fin de semana, haya o no «puente» laboral que la facilite. Y entre los destinos clásicos, Berlín y ciudades como Colonia y Munich. Como asignatura pendientes, más propicia quizá para los viajes de verano, recorrer sin prisa regiones salpicadas de pueblos y villas llenas de encanto.
Y si quieres museos, todos están abiertos… y los hay nuevos
El perfil canónico del turista que llega Alemania es, en uno de cada tres casos, el de un viajero que llega a Berlín y se empapa de sus museos. No está de más, incluso para quien quiere repetir, mantener la costumbre. Pero las propuestas van más allá, incluso en la capital. Fotografiska es el nombre que debemos tener ya en cuenta, aunque la apertura no se hará hasta el otoño. Habrá ocasión, por tanto, de seguir hablando de ello.
A la hora de cambiar paradigmas y lugares comunes en esto de asomarnos y recorrer salas con colecciones, valga citar que este año Nuremberg no quiere ser referencia sólo de hechos ocurridos hace ocho décadas sino atraer por su más reciente museo: se lo han dedicado a la Biblia pero, ecuménicamente, también tiene espacio para la Torá y el Corán. Incluso un gasómetro, descomunal, puede ser referencia reseñable, más allá del que dio nombre a una calle de Tarragona, porque el de Oberhausen guarda muchas sorpresas en su interior.
En los próximos meses, los lectores de LA CRÓNICA podrán conocer en detalle propuestas más concretas. Ahora, con tiempo suficiente incluso para aprovechar la Semana Santa, quizá lo mejor sea recorrer, para ir abriendo boca y apuntando sugerencias, las páginas del siguiente enlace. Quien lo haga, se sorprenderá.