La zona azul de Guadalajara se va a extender, sí o sí. Esta ampliación está en los planes del Ayuntamiento de Guadalajara, que está intentando cerrar un contrato con una empresa para la gestión de este servicio, que en la actualidad es responsabilidad de Dornier/Telpark, y hacerlo para los próximos diez años. Quieren tenerlo adjudicado en los primeros meses de 2025.
Una de las consecuencias más evidentes para los vecinos será que tendrán que rascarse los bolsillos con más frecuencia cuando cojan su coche para desplazarse por la ciudad. Y no estamos hablando de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE), en la que los lectores de LA CRÓNICA saben desde hace mucho tiempo que desaparecerán mas pronto que tarde todas las zonas «blancas» de aparcamiento en superficie, pasando todas de pago o para residentes.
Más allá del perímetro de la ZBE se incorporarán nuevas calles con zonas marcadas con pintura azul y parquímetros.
Las mayores novedades se van a encontrar en calles como la del Cardenal González de Mendoza, así como en un tramo de la avenida del Ejército hasta el Palacio del Infantado y en la zona adyacente a la calle Hermanos Fernández Galiano.
Con respecto a la calle Hermanos Fernández Galiano, desde el Ayuntamiento se ha puntualizado ya que existirán dos zonas. Por un lado, tenemos el parking disuasorio (de pago), prácticamente finalizado y del que esta misma semana informaba este periódico. Lo que no se conocía y ahora ya se sabe es que todas las plazas de ese nuevo parking serán verdes, es decir, plazas de larga duración a un precio de 2 euros todo el día laborable o 1 euro cuando se use los sábados.
En cuanto al parking abierto de esta calle, muy próximo a la estación de autobuses, pasará a ser zona azul con algunas plazas reservadas para los vecinos como zona roja.
Desde el Ayuntamiento se asegura que la regulación actual del barrio de La Llanilla apenas sufrirá modificaciones «salvo casos puntuales». Lo mismo dicen del parque de la Concordia, con la confluencia de la travesía de San Roque y La Carrera, zona que actualmente está regulada y que «tendrá cambios mínimos, en relación con la movilidad».
Según las cuentas de los responsables municipales, con este nuevo plan de zona azul para Guadalajara se incrementa el número de plazas hasta las 2.698, mucho más del doble que las actuales.
El follón de la zona roja
Desde hace muchos meses, los residentes de la zona centro, especialmente los más próximos al Ayuntamiento, están casi en pie de guerra por la utilización masiva de autorizaciones especiales, que permiten a personas vinculadas con el Consistorio aparcar libremente y durante horas y más horas en las plazas de zona azul y zona roja, con el consiguiente problema para quienes pagan por su uso que, para estos, está libre de gastos pero no de molestias para terceros.
Pues bien, el Ayuntamiento se plantea perjudicar aún más a los que tienen el ya de por sí precario derecho de uso de la zona roja, por la que abonan una tasa anual.
Según ha avanzado el concejal Santiago López Pomeda este miércoles, están dispuestos a permitir que las plazas marcadas como zona roja, que estén momentáneamente libres, las puedan utilizar coches cuyos propietarios no sean residentes en esas zona «por un periodo máximo de 2 horas, con una tarifa superior a la de la zona azul, lo que se conoce como Zona Roja Compartida», según ha explicado el edil.
Se acabó el parón de la siesta
En cuanto a los horarios, el nuevo pliego contempla que se abone por aparcar los días laborables desde las 9.00 a las 21.00 horas, con lo que pasará al olvido la actual «tregua» que concede la zona azul de Guadalajara entre las dos y las cuatro de la tarde. Los sábados y las tardes de agosto el horario de 9.00 a 15.00 horas. Los domingos y festivos (también el 24 y 31 de diciembre y el 5 de enero) será gratuito en cualquier horario.
Y un último dato que a nadie sorprenderá: las tarifas, además, se van a subir, en una cuantía que no ha sido especificada.