Desde que la pandemia cobró forma, los padres de chavales en edad escolar han mantenido una creciente preocupación sobre la salud de sus hijos ante la inevitable vuelta a las aulas, aunque sea ya con la vista puesta en el próximo mes de septiembre. El asunto ha sido abordado este jueves en Toledo, por la consejera de Educación, Cultura y Deportes, Rosa Ana Rodríguez. Resumimos lo que se ha sacado en claro del debate habido sobre esta cuestión en las Cortes de Castilla-La Mancha.
Según esta responsable, el Gobierno de Castilla-La Mancha trabaja para garantizar, durante el próximo curso escolar, entornos educativos “saludables y seguros” a través del cumplimiento de las normas sanitarias. Confían en que sea posible apostar «por la máxima presencialidad», que irá aparejada a una «reorganización pedagógica».
Más profesores
Detrás de expresiones casi crípticas como esas hay algunas pistas de lo que pasará en las aulas dentro de unos meses. La reorganización escolar obligará a aplicar «un plan de refuerzo». Es decir, más profesores. Lo de la nueva reorganización escolar en cuanto a espacios y tiempos, no se ha detallado.
Rosa Ana Rodríguez ha avanzado que se pondrá en marcha un «plan de digitalización» que contemple, entre otras cuestiones, «la formación del profesorado y la renovación y el avance en cuestiones metodológicas».
La consejera ha revelado que su departamento se está reuniendo con todos los directores de la región, los sindicatos y las AMPAS para informarles de todo esto y de cómo será, en definitiva, el inicio del curso, así como de la responsabilidad que tendrán todos ellos a la hora de encararlo.
Las «ratios»
En el debate en las Cortes, la consejera de Educación ha avanzado que las plantillas del profesorado se incrementarán teniendo en cuenta aspectos como «la funcionalidad con la que sea preciso la contratación de docentes tanto en cuanto se necesiten para dar respuesta a los planes de refuerzo» en un nuevo ejemplo de lenguaje oscuro.
“Seguramente que todo el conjunto de las profesoras y los profesores que podamos contratar para el curso que viene a fin de que puedan reforzar los procesos educativos, será más que el número de profesoras y profesores que el anterior Gobierno contrató en toda la pasada legislatura”, ha sentenciado la consejera, con lenguaje adecuadamente inclusivo.
Por último, Rosana Rodríguez ha recordado que el anterior Gobierno dejó las ratios a los niveles que los critica “y nosotros, a costa de un gran esfuerzo, las hemos situado en los umbrales que se corresponden”, al tiempo que ha aclarado que se seguirá trabajando para digitalizar un sistema educativo que el anterior Gobierno dejó anticuado.
UGT desconfía
Mientras, el sector de Enseñanza de la Federación de Servicios Públicos de UGT en Castilla-La Mancha no duda en considerar «peligroso» que finalmente no se vaya a reducir el número de alumnos por aula en las enseñanzas no universitarias el próximo curso 2020/21 como medida de contención de la COVID-19 y de identificación de posibles rebrotes.
Tras conocer la propuesta de la Consejería de Educación para la vuelta presencial a las aulas y las directrices de la Conferencia Sectorial de la semana pasada, el responsable del sector regional en FeSP UGT, Manuel Amigo, criticaba en nota de prensa que se esté «fiando» la actividad presencial del próximo curso escolar a que no haya rebrotes, ya que los planes de contingencia de cada centro educativo no son suficientes sin otras medidas de acompañamiento.
«Valoramos la vuelta a la actividad presencial de todo el alumnado, pero se está confiando en que la actual situación sanitaria sea ya la definitiva durante todo el curso y no se están tomando las medidas necesarias para una vuelta estable y segura», afirma.
Para UGT esta vuelta segura requiere, de manera fundamental, reducir el número de alumnos por aula y de que estas agrupaciones no interactúen con el resto del centro, algo que había propuesto el Ministerio de Educación en anteriores semanas pero a lo que ahora renuncia.
«El Ministerio de Educación estableció la recomendación hace semanas de rebajar el máximo número de alumnos por aula a 15; hace unos días aumentó a 20 ese número y después de la Conferencia Sectorial del jueves, ante la postura de las comunidades autónomas de no poder afrontar la medida con sus presupuestos, llegaron al acuerdo de no tener que rebajarlo», explica Amigo.
El sindicato considera «peligroso» este cambio porque «supone comenzar el curso que viene prácticamente en las mismas condiciones que el anterior» y pide a la Consejería de Educación fondos extraordinarios para acompañar los planes de contingencia de cada centro de las mejoras necesarias.
«Hay que contemplar un aumento del profesorado para cubrir las nuevas necesidades organizativas y educativas, de manera que se puedan aislar posibles rebrotes y evitar a toda costa que todos los alumnos acaben otra vez fuera de los centros y corramos el peligro de aumentar la brecha digital y las desigualdades entre alumnos», defiende Amigo.
Todo ello sin olvidar las medidas sanitarias de higiene de las que debe disponer y cumplir cualquier centro y diseñando mejoras en las tecnologías y las infraestructuras docentes para todos los escenarios sanitarios posibles. «No podemos olvidar que nuestra región es de las que menos dinero gasta porcentualmente en su sistema educativo, nuestras alumnas y alumnos no se pueden quedar rezagados respecto a los de otras regiones», concluyen desde el sindicato.