Sara Martínez Bronchalo, que se encontraba ingresada en el Hospital Universitario de Guadalajara desde el pasado 21 de julio, ha fallecido en la madrugada del lunes, 24 de agosto de 2020.
La noticia ha sido confirmada por el Ayuntamiento de Villanueva de la Torre, del que era alcaldesa en este mandato.
Una de las primeras condolencias ha llegado por Twitter, firmada por Pablo Bellido, secretario general del PSOE de Guadalajara y presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha. Para el responsable provincial de este partido, «toda la familia socialista llora esta pérdida de quien fue siempre una inspiración y un ejemplo de compromiso en la lucha por una sociedad más justa e igualitaria. Que la tierra te sea leve, Sara».
Del mismo modo, el muro de Facebook de la propia Sara se esta llenando de muestras de pesar y de emotivos mensajes desde primera hora de la mañana.
Larga lucha contra la enfermedad
Entre otros muchos, se han sumado a este dolor también el secretario de Organización del PSOE en la provincia, Rafael Esteban, y desde el Comité Provincial del PSOE de Guadalajara, así como cargos políticos de distinto signo de la localidad de Villanueva.
Aunque oficialmente no se han indicado las causas, fuentes del partido han indicado a Europa Press para LA CRÓNICA que, al margen dolencias previas, había contraído la COVID-19, sin que se pueda confirmar de forma oficial que esta haya sido la causa.
El propio presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, en una visita a la provincia de Guadalajara hace aproximadamente un mes, ya daba cuenta del ingreso de Martínez Bronchalo en el hospital universitario y del hecho de que hubiera contraído el coronavirus.
Tres días de luto
El Ayuntamiento de Villanueva de la Torre va a decretar tres día de luto oficial tras el fallecimiento de su alcaldesa, según se ha confirmado a lo largo de la mañana del lunes. El alcalde en funciones en Villanueva de la Torre, José Ángel López (Ciudadanos), ha expresado el «tremendo dolor» que ha supuesto para la Corporación el fallecimiento de Sara, con tan solo 48 años, porque «era una gran mujer, muy luchadora».
