La historia más reciente de la Guardia Civil se está escribiendo en femenino. Ya no es solo que la directora general sea una mujer, María Gámez. O que una de sus primeras decisiones fuera reservar para mujeres el 30% de las plazas de la convocatoria interna para el Colegio de Guardias Jóvenes de Valdemoro. En unos días, con toda probabilidad según ha podido confirmar LA CRÓNICA, la teniente coronel Cristina Moreno se hará cargo de la Comandancia de la Guardia Civil de Guadalajara.
Por apenas unos días no será la primera mujer al frente de una Comandancia, ya que ese lugar en la historia de la Benemérita le ha correspondido a Silvia Gil Cerdá, que tomó posesión como Jefa de la de Teruel el pasado 5 de abril.
La teniente coronel Moreno ya vivió parte de su carrera en la capital alcarreña, entonces con el grado de comandante. Volverá a ser noticia como lo fue entonces por su condición de mujer en un instituto armado que las incorporó hace tres décadas a sus filas y en cuyo escalafón han ido escalando puestos cada vez más altos. Poder femenino bastante relativo, claro, cuando hay 6.000 mujeres y 76.000 hombres en la Guardia Civil.
Cristina Moreno fue en 2016 la primera española en lucir las dos estrellas de ocho puntas en el uniforme de la Guardia Civil. Aún hoy se cuentan con los dedos de la mano las que pueden hacerlo. Y en el principio de todo, también fue la única mujer de su promoción.
En su última etapa, ya con Grande-Marlaska como ministro de Interior, ha trabajado como número dos del Gabinete de Coordinación y Estudios de la Secretaría de Estado de Seguridad.
Pascual Segura, ahora coronel y a un nuevo destino
Para que todo lo anterior se produzca y el relevo sea efectivo falta la preceptiva confirmación oficial, que aún no se ha producido. Quien dejará el hueco, bastante profundo a la vista de los años transcurridos y del afecto ganado, será el ya inminente coronel Pascual Segura. Con su ascenso e inevitable traslado a otro destino se desatarán, quizá esta misma semana, los acontecimientos.
Culmina así una etapa iniciada en septiembre de 2012 por Pascual Luis Segura Iborra al frente de los, aproximadamente, 700 agentes de esta provincia. Casi una década marcada por la despoblación, la dispersión de la población y de los efectivos y por una actividad delictiva influida por la proximidad de Madrid.