Cuando la ciudad se apresta a comenzar la nueva temporada laboral con la vuelta de las vacaciones, los despropósitos no se van de vacaciones, sino que siguen presentes.
Es lo que se comprueba en el mismísimo centro de la capital, en su Plaza Mayor y, más concretamente, en sus Casas Consistoriales: una enorme gotera, que cubre buena parte del techo del salón de plenos, ha obligado a trasladar la sesión prevista para este lunes, por lo impracticable de una estancia que fue reformada en su integridad durante el mandato de Alberto Rojo.
Esta es la prueba gráfica de lo ocurrido:
Aunque la hora prevista para el inicio del pleno eran las 9.30 de la mañana, lo cierto es que cerca de las 10 aún no se había podido comenzar, por los insolubles problemas con la improvisada instalación de sonido en la aneja sala de juntas.
Así, con los concejales apiñados y expectantes, se iba pasando la mañana.
La renovación del salón de plenos fue uno de los hitos del mandato de Alberto Rojo como alcalde, después de largos años de más que apreciables grietas y desconchones en la estancia más noble del Ayuntamiento. La alegría, como tantas cosas por allí, ha durado poco…
Exactamente, dos años, como se puede ilustrar el lector de LA CRÓNICA si relee la información publicada entonces: