Si ha habido un diario de ámbito nacional que haya colaborado activamente a la «imagen de marca» de García-Page en los tiempos más recientes ese ha sido, sin duda, «El Mundo». A este rotativo madrileño reservó el político alguno de sus golpes de efectos más estruendosos, como la recordada entrevista que suponía toda una declaración de guerra contra Pedro Sánchez, no hace tantos meses. Pues bien: ha sido este lunes y en «El Mundo» donde se ha publicado la enésima encuesta, o análisis de encuestas previas, que da a Paco Núñez, del PP, como futuro presidente de Castilla-La Mancha.
Lo de este 17 de abril viene avalado por Sigma Dos y vaticina que el PSOE perdería la mayoría en la región y puede que por un solo escaño, al alcanzar apenas 16 e incluso 15, en el peor de los supuestos, sobre los 19 actuales. La suma de PP y Vox, las otras dos fuerzas que entrarían en las Cortes regionales, darían un vuelco completo al panorama político de Castilla-La Mancha, pintada de rojo desde los tiempos de Bono y con la única excepción, hasta ahora, del cuatrienio de Cospedal.
Sorprendentemente, o no, a la hora de maquetar la página de la reseña en papel de esa encuesta (que es la versión que ha consultado LA CRÓNICA) no parece haber habido sitio para la ficha técnica, que no aparece por ningún lado. Para mantener vivas las posibilidades de Page ayuda un dato: el 18,8% de los que votaron PSOE en la anterior cita electoral aún se lo están pensando. Atraerlos y retener su voto o fallar en el intento podría ser decisivo. La fidelidad de voto es una de las grandes cuestiones pendientes de resolver de aquí a un mes y medio, cuando las urnas decidan.
Perder las elecciones ganándolas
Al igual que ocurre en el resto de los sondeos conocidos, no se discute a Emiliano García-Page como futuro ganador de las elecciones, en cuanto a número de votos, pero sin la mayoría absoluta que necesita esta vez de forma imperativa, al carecer de posibles aliados para contrarrestar los escaños de «la derecha».
Mientras que al Partido Popular se le vaticina un ascenso de un 8% sobre los resultados de 2019 (con entre 3 y 5 diputados más que entonces), los 13 ó 15 parlamentarios que conseguiría serían suficientes para, sumados a los 3 ó 4 que las horquillas dan a Vox, cambiar el inquilino del Palacio de Fuensalida, dando por hecho que el posible trasvase de votos se da entre estos dos partidos.
El PSOE, además, estaría en trance de perder un 3,5% de los votos sobre los anterior comicios. Es decir, con un 40,6% de las papeletas para los candidatos socialistas en las cinco provincias, sería el ganador el 28 de mayo… pero no le llegaría para seguir al frente de la región. Gracias al previsible apoyo de Vox, valdría más el 36,6% de apoyo estimado al PP, muy por encima, eso sí, del 29% que obtuvo hace cuatro años, cuando la corriente de opinión contraria al PSOE en el ámbito nacional era mucho menos intensa que en los tiempos actuales.
Ciudadanos, tal y como está reiteradamente anunciado, desaparece del mapa, con menos del 3% de los votos. Unidas Podemos y su 6,9% de votos, que es lo que les da esta encuesta, se quedarían fuera de las Cortes de Castilla-La Mancha también.