Una vez más, los lectores de LA CRÓNICA han sido los primeros en conocer una noticia. El pasado lunes, este periódico informaba sobre los llamados «cojines berlineses», esos obstáculos de goma puestos en las calzadas para forzar a los vehículos a reducir la velocidad. La polémica es creciente; tanto, que este jueves, una asociación de ámbito nacional ha denunciado el caso y reclama al Ayuntamiento de Guadalajara la eliminación de esos elementos.
Según ha podido confirmar LA CRÓNICA de parte de los propios reclamantes, la denominada Unión Internacional para la Defensa de los Motociclistas (IMU), el escrito se ha presentado este jueves, 19 de agosto. Y, de hecho, abundan en el documento los argumentos en defensa de la integridad física de quienes circulan sobre dos ruedas.
Un portavoz de la IMU ha asegurado este diario que su denuncia no guarda relación con la información de LA CRÓNICA y que la exigencia al Ayuntamiento es por «instalar en la calzada elementos ilegales de alto riesgo para ciclistas y motociclistas, no permitidos por la ley de tráfico y su reglamento, del tipo “cojín berlinés”, al no venir contemplados como reductores de velocidad en la correspondiente orden del Ministerio de Fomento».
Además de «la inmediata restitución de la seguridad vial en las vías denunciadas, retirando los obstáculos» que consideran son los cojines berlineses, piden incluso sanción para el funcionario que haya sido responsable de su instalación.
En su recorrido por la ciudad, enumeran los siguientes puntos que habría que «limpiar» de cojines berlineses.
1. Calle Laguna Grande, hay 8 cojines Berlineses.
2. Calle Constitución, hay 5 cojines Berlineses.
3. Calle Ricardo Velázquez Bosco, hay 8 cojines Berlineses.
4. Calle Cifuentes, hay 2 cojines Berlineses.
5. Calle San Isidro, hay 2 cojines Berlineses.
6. Calle Buenafuente, hay 4 cojines Berlineses.
7. Calle Laguna Grande, hay 6 cojines Berlineses.
8. Avenida Salinera, hay 8 cojines Berlineses.
9. Avenida Juan Pablo II, hay 14 cojines berlineses.
10. Avenida Santa Maria Micaela, hay 6 cojines berlineses.
Argumentación legal
La IMU considera, en primer lugar, que «el titular de la vía tiene la obligación de cumplir la Ley de Tráfico. Así lo dice el artículo 2 del RDL 6/2015 relativo al ámbito de aplicación y ratificado en el Reglamento General de Circulación en su artículo 1».
Además, el artículo 12.2 del RDL 6/2015 prohíbe “… producir en la misma o en sus inmediaciones efectos que modifiquen las condiciones apropiadas para circular…” ordenando el apartado 3 del mismo artículo que “Quien haya creado sobre la vía algún obstáculo o peligro, debe hacerlo desaparecer lo antes posible, adoptando entretanto las medidas necesarias para que pueda ser advertido por los demás usuarios y para que no se dificulte la circulación”.
Asimismo, el artículo 4.2 del RD 1428/03 prohíbe producir en la vía o en sus inmediaciones efectos que modifiquen las condiciones apropiadas para circular. Refuerza en este sentido el punto 3 del mismo artículo y texto legal que “No se instalará en vías o terrenos objeto del ámbito de aplicación de la legislación sobre tráfico, circulación de vehículos a motor y seguridad vial ningún aparato, instalación o construcción, ni se realizarán actuaciones como rodajes, encuestas o ensayos, aunque sea con carácter provisional o temporal, que pueda entorpecer la circulación”.
Resaltos y bandas transversales
El artículo 5.1 del RD 1428/03 sobre señalización de obstáculos detalla que «no se considerarán obstáculos en la calzada los resaltos en los pasos para peatones y bandas transversales, siempre que cumplan la regulación básica establecida al efecto por el Ministerio de Fomento y se garantice la seguridad vial de los usuarios y, en particular, de los ciclistas».
El 23 de septiembre de 2008 el Ministerio de Fomento aprobaba la ORDEN FOM/3053/2008, de 23 de septiembre, por la que se aprueba la Instrucción Técnica para la instalación de reductores de velocidad y bandas transversales de alerta en carreteras de la Red de Carreteras del Estado, Orden que deben cumplir todos los titulares de las vías, aunque no sean del estado por la obligación impuesta por el artículo 5.1 del R.D. 1428/03.
Sexto.
En base a los criterios de la propia Norma que debe cumplirse, la Orden FOM 3053 2008, los cojines berlineses serían ilegales, al no ajustarse a los contenidos de la norma técnica y, por tanto, faltar a la obediencia debía al RD 1428/03 en lo relativo al dictado del artículo 5.1, pasando a tener la consideración de obstáculo.
Consejos para superar esos obstáculos
En la información publicada el pasado lunes por LA CRÓNICA, ya se incluían unos interesantes consejos para superar con éxito los cojines berlineses. Convendrá tenerlos en cuenta mientras estos no desaparezcan de la calzada:
- Anticipa la llegada de un badén para no pegar el frenazo en el último momento. Pisar el freno fuerte cuando ya estamos entrando en el resalto no evitará el golpe, consejo a tener en cuenta especialmente por los conductores de coches deportivos con carrocería más cerca del suelo. Elementos interiores del vehículo –como frenos y amortiguadores- pero también externos de la carrocería se verán afectados con el golpe y un posible roce.
- Al pasar por el badén no pises el pedal del embrague ni acciones la caja de cambios.
- No recurras al punto muerto cuando pases por un badén, lo único que podrías conseguir es tener menos control del coche.
- La solución para evitar las molestias en los ocupantes y las averías en el coche es circular despacio en zonas con badenes. Los amortiguadores y anclajes de las suspensiones te lo agradecerán, por no hablar de los pasajeros. Además, si pasas muy rápido y hay un agujero o alguna zona en mal estado podrías incluso hasta reventar un neumático.
- Y nada de esquivar el badén con una rueda ¡lo hacen muchos conductores! Pero al hacerlo así no se reparte el peso y puede provocar un aumento de la deformidad, no sólo de los muelles de la amortiguación, también de los neumáticos. ¿Cómo hay que hacerlo? Pasando las dos ruedas de cada eje a la vez.
- Se aconseja acelerar ligeramente al salir del badén para hacer más progresiva y suave la incorporación de nuevo a la calzada.