La empresa Boscalia Technologies, una de cuyas fundadoras es la alcarreña Sonia Pérez Mazarío, está trabajando junto con investigadores de la Universidad Rey Juan Carlos para mejorar la detección del coronavirus. El proyecto se puso en marcha el pasado mes de marzo, cuando eclosionó la pandemia.
«Se trata de la utilización de la técnica de espectroscopía del infrarrojo cercano (NIRS, por sus siglas en inglés), que determinaría, si una persona tiene la enfermedad o no en menos de un minuto», detalla la investigadora alcarreña, ingeniera forestal de formación.
Con un aparato que funciona de manera similar a los actuales termómetros de infrarrojo, se realiza la lectura de un bastoncillo impregnado en saliva. En unos segundos se podría saber si la persona está infectada por COVID-19. Al contrario que las actuales pruebas de detección de la enfermedad (PCR y test serológicos), esta técnica no requiere uso de reactivos, ni personal especializado para el manejo del aparato, por lo que resulta mucho menos costosa, «dando también unos resultados muy fiables», según enfatizan desde la empresa.
Aciertos, por ahora, al 85 por ciento
Este equipo investigador, ya ha llevado a cabo un total de siete estudios piloto sobre la capacidad diagnóstica del COVID-19 de este sistema, analizando más de 1.500 muestras y obteniendo resultados preliminares prometedores con un acierto en la predicción de casos positivos y negativos en COVID-19 del 85%. Para ello se ha contado con la colaboración de los Hospitales Clínic de Valencia, Gregorio Marañón de Madrid y Fundación Alcorcón.
«Toda esta investigación se ha realizado de manera altruista», resaltan desde Boscalia Technologies. «Todo nuestro equipo ha trabajado de manera desinteresada, al igual que el personal de los hospitales implicados, que han sido muchos, y a los que queremos agradecer todo el apoyo prestado. Actualmente estamos buscando financiación para poder seguir con la investigación y posterior desarrollo del equipo. Esperamos poder conseguirlo en breve, ya que dados los resultados obtenidos en los estudios preliminares, tenemos una potencial herramienta que podría en unos pocos meses, contribuir a salvar muchas vidas».