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21 noviembre 2024
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Un torero de Guadalajara hizo historia en Pamplona hace 100 años

El primer torero que lidió en la actual plaza de toros de Pamplona fue un alcarreño, el célebre "Saleri II", el de más relumbrón que ha dado nunca la provincia. Le acompañaban Juan de la Rosa y Marcial Lalanda. Dicen las crónicas que la terna se fue andando hasta el coso desde el Hotel Quintana. También, que los toros de Martínez defraudaron, al igual que los diestros. Pero la fecha ya quedaba señalada para la historia.

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El 7 de julio de 1922, tres matadores hacían el paseíllo por primera vez en la actual plaza de toros de Pamplona, en el día de su inauguración. Y el primero de ellos era un alcarreño, el célebre Saleri II, el torero de más relumbrón que ha dado nunca la provincia. Le acompañaban Juan de la Rosa y Marcial Lalanda.

Dicen las crónicas que la terna se fue andando hasta el coso desde el Hotel Quintana. También, que los toros de Martínez defraudaron, al igual que los diestros. Pero la fecha ya quedaba señalada para la historia.

El día 7 de julio de 1922 se corrieron, en efecto, toros de la ganadería de los Herederos de Vicente Martínez, los mismos que se lidiarían por la tarde. Se formó un gran tapón a la entrada a la plaza, lo que produjo más de cien heridos, muchos de ellos pisoteados por los astados.

¿Quién era Saleri II?

Hay un pasodoble que lo recuerda, una placa en el coso de Las Cruces se descubrió en su memoria y hay otra en su casa natal. Pero son pocos los que tengan presente, con un mínimo detalle, su trayectoria por los ruedos de ambos hemisferios.

Julián Saiz Martínez, Saleri II, nació en Romanones el 19 de julio de 1890. Como tantos otros de sus paisanos, su futuro se lo labró en Madrid, adonde llegó con su familia cuando apenas contaba 9 años. Y al igual que muchísimos toreros de aquella época, se curtió en las durísimas capeas de Madrid o Toledo y en las de su provincia de origen. Ya matador, se le tuvo siempre en gran estima por la afición como torero de arte pero también valeroso y, quizá, como el mejor banderillero de entonces.

Debutó como novillero en 1913. La alternativa la tomó en 1914. A partir de ahí, muchas tardes de gloria, no en vano se le considera el “tercer hombre”  de la Edad de Oro de la tauromaquia, tras Juan Belmonte y José Gómez Joselito. Fue este último el único que pudo superarle en corridas lidiadas en 1918, con 80, por las 72 que sumó el alcarreño.

Su declive se inició en 1921, tras una grave cogida. Se terminó arruinando en negocios por América del Sur. Murió el 7 de octubre de 1958, de un infarto.

 

Plaza de toros de Pamplona en el día de su inauguración, el 7 de julio de 1922, atestada de público en sus inmediaciones.

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