El Juzgado de lo Penal número uno de Albacete tiene previsto juzgar el próximo jueves, 16 de diciembre, a R.M.S. y K.S.V., acusados de golpear con un tambor y una maza a G.S.R., también procesado, durante una reyerta en una pizzería de Tobarra. Por el banquillo también pasarán D.J.C., C.N.R., J.P.R., M.N.R.R. y M.P.R.R. por participar en una riña multitudinaria. Lo de aguardar la Resurrección de Nuestro Señor con contenida devoción no parece que fuera el caso para ninguno de los implicados.
Según el escrito de acusación, los hechos tuvieron lugar sobre las 22.10 horas del 4 de abril del 2015, Sábado Santo, cuando los acusados, D.J.C., K.S.V., C.N.R., J.P.R. y R.M.S., entraron en una pizzería de Tobarra tocando el tambor.
Las tamborradas de Hellín y Tobarra rivalizan en fama, como es bien sabido. En el caso de Tobarra, desde la tarde del Miércoles Santo y hasta la medianoche del Domingo, un estruendo provocado por miles de tambores se apodera de calles y plazas atestadas por decenas de miles de visitantes que no quieren perderse una de las tradiciones más peculiares de España durante estas fechas. El día más importante es el Viernes Santo, cuando la figura articulada de Jesús el Nazareno realiza la bendición ante el repentino silencio de los miles de tambores que, tras la bendición, volverán a irrumpir con estruendo hasta superar el centenar de horas sin parar.
Hartos de la tabarra
El caso, es que alguno de los parroquianos de la pizzería, coincidieron en mostrar su desagrado con los molestos acompañantes. Al cabo de un tiempo, tanto los dueños del establecimiento como M.N.R.R., G.S.R. y M.P.R.R., clientes también procesados en esta causa, les pidieron que abandonaran el local, llegando a empujarles para conseguir que salieran a la calle, momento en que se inició un forcejeo entre J.P.R., que empujaba la puerta para intentar volver a entrar, y M.N.R.R., que hacía fuerza para impedírselo.
Fue entonces cuando la acusada, M.N.R.R., salió también del local para dar una patada a J.P.R., hecho tras el cual el compañero del agredido, R.M.S., intentó golpearla con el tambor, saliendo en ese momento G.S.R. y M.P.R.R., iniciándose una pelea entre todos los allí presentes.
Los palillos, arma ofensiva
Durante el transcurso de la reyerta, D.J.C. golpeó con los palillos en la nuca a G.S.R., que también recibió golpes de K.S.V., que lo agredió con una maza de tambor.
Como consecuencia de las agresiones, G.S.R. sufrió diversas lesiones consistentes en policontusiones, herida inciso-contusa en el cuero cabelludo y esguince de tobillo izquierdo, requiriendo de sutura y vendaje compresivo.
También M.N.R.R. necesitó sutura, por una herida contusa de cinco centímetros en la región temporal izquierda, y G.S.R. padeció erosiones en la rodilla y el cuello y contusiones en el costado, la zona occipital y la región nasal. Igualmente, D.J.C., K.S.V., C.N.R., J.P.R. y R.M.S. sufrieron contusiones y hematomas por diversas partes del cuerpo.
La Fiscalía considera que estos hechos son constitutivos de un delito de lesiones por el que piden cuatro y tres años de prisión para R.M.S. y K.S.V., respectivamente.
Asimismo, el Ministerio Fiscal solicita la pena de seis meses de prisión para M.N.R.R., G.S.R., M.P.R.R., D.J.C., K.S.V., C.N.R., J.P.R. y R.M.S. por su participación en el presunto delito de riña tumultuaria.
Además, K.S.V. deberá indemnizar a G.S.R. en la cantidad de 4.500 euros por las lesiones y 2.000 euros por las secuelas. Del mismo modo, D.J.C. deberá pagar a G.S.R. 350 euros por las lesiones.
Por último, R.M.S. podría tener que indemnizar a M.N.R.R. en 500 euros por las lesiones y en 3.000 euros por las secuelas.