A las 6,45 horas del domingo, la Policía Local de Guadalajara logró detener a un joven de 22 años. De ese modo terminaba una peripecia peligrosa, más propia de cualquier película de acción de Hollywood, pero también mucho más real y bastante peligrosa, ya que fueron numerosos los altercados que se generaron en apenas unos minutos entre la calle Sigüenza y la Estación de Autobuses, cuando aún no había empezado a clarear en la capital alcarreña.
El citado individuo empezó embistiendo lateralmente con su vehículo a dos coches policiales tras una conducción temeraria, poniendo en peligro la integridad de peatones y de los agentes que se encontraban de servicio en la calle Sigüenza. Con esta primera acción ya causó lesiones leves a un agente de la Policía Nacional y a otros dos agentes de la Policía Local. Sin detenerse, se dió a la fuga por la Cuesta del Matadero.
En el cruce de la Avenida del Ejército con la calle Dos de Mayo, perdió el control del vehículo, tras lo cual impactó contra un semáforo y volcó. El coche se arrastró sobre el techo una treintena de metros, atravesando la calzada para quedar detenido frente a la puerta de la Estación de Autobuses.
El conductor salió por la ventanilla y, al ir a detenerle, agredió a dos agentes, que tuvieron que ser asistidos de las lesiones recibidas. También resultó herida, de carácter leve, la chica de 20 años que viajaba en el vehículo del detenido.
Por todo lo ocurrido, la Policía Local instruyó un largo atestado, en el que se le imputa al joven un surtido repertorio de delitos, empezando por el de conducir un vehículo a motor bajo la influencia de bebidas alcohólicas y drogas tóxicas.
En las pruebas de alcoholemia, dio un positivo de 0,53 miligramos de alcohol por litro de aire espirado. También dio positivo en dos tipos de drogas diferentes, que la Policía Local no ha detallado.
Se le imputa también otro delito por conducir un vehículo con temeridad manifiesta, poniendo en peligro la integridad de las personas.
Otro delito más por conducir un vehículo a velocidad superior a 70 kilómetros por hora en vía urbana. Y para acabar, otro más de lesiones por imprudencia grave.