La Guardia Civil ha investigado al conductor de un camión en el Polígono de Cabanillas del Campo como presunto autor de un delito de falsedad documental. Tenía instalado un imán en el tacógrafo digital para alterar la grabación de datos.
Estos hechos ocurrieron el pasado jueves, 4 de marzo, cuando el equipo de Transportes del Subsector de Tráfico de Guadalajara se encontraban realizando labores de inspección y de control documental en el polígono industrial de ‘La Quinta’, en Cabanillas del Campo, y procedieron a controlar un vehículo articulado.
En el transcurso de la inspección se localizó un imán que el conductor llevaba colocado en el tacógrafo digital para al alterar los datos de grabación del mismo.
Delito de falsedad en documento público
Al tratarse el tacógrafo digital de un medio homologado y de carácter oficial para el control de las limitaciones impuestas por la legislación vigente y su posible control por parte de los agentes o autoridades competentes, este tipo de actos tiene consideración de falsificación de documento público, motivo por el que se procedió a la instrucción de diligencias y a la investigación de este conductor y posterior puesta a disposición judicial, por circular haciendo uso de elementos que alteran la correcta medición de los datos registrados por el aparato tacógrafo.
Un fraude creciente en España
El campo magnético de un imán, al aproximarse al tacógrafo, bloquea su funcionamiento, anulando la señal electrónica de velocidad, con lo que se podría circular a mayor velocidad de la permitida. También deja de registrar el tiempo de conducción y, en consecuencia, el tiempo obligado de descanso.
El Tribunal Supremo ya ha establecido que la manipulación fraudulenta del tacógrafo de un camión con la finalidad de falsear los registros de dicho instrumento para eludir los controles policiales y administrativos constituye un delito de falsedad en documento oficial, en la modalidad de simulación.
«La información almacenada en la memoria interna del tacógrafo constituye un documento electrónico y los recibos o tickets que se expiden para obtener la información registrada son copias del citado documento, por lo que la naturaleza oficial del documento resulta indiscutible y su reconocimiento es admisible a dichos efectos», consta en una sentencia de la que fue ponente el magistrado Eduardo de Porres.
«La manipulación no tiene más finalidad que se registren datos incorrectos para sortear los controles administrativos», destaca el fallo
El Tribunal Supremo ha llegado ya a condenar a seis meses de prisión y al pago de una multa de 1.080 euros por un delito de falsedad documental, en la modalidad de simulación, a un camionero que colocó un imán en la parte metálica del sensor de movimiento del tacógrafo, que generaba registros de inactividad cuando en realidad estaba en funcionamiento. Así lo estableció al deliberar sobre un recurso de casación, después de haber sido condenado en primera instancia y absuelto por la Audiencia Provincial de Gerona.
«Cuando la manipulación no tiene más finalidad que se registren datos incorrectos para sortear los controles administrativos, que será el supuesto más frecuente en la práctica, la naturaleza oficial del documento resulta indiscutible», abundó el fallo del Alto Tribunal.
Este delito de falsedad documental es sancionable penalmente conforme al artículo 392 del Código Penal, en relación con el artículo 390.1.2º del mismo texto legal. Este último artículo describe como una de las modalidades del delito de falsedad documental «simular un documento en todo o en parte de manera que induzca a error sobre su autenticidad.