Si Reino Unido abandona finalmente la Unión Europea sin alcanzar ningún tipo de acuerdo, es decir, si termina produciéndose lo que se conoce como Brexit duro, habrá una serie de consecuencias que no deben tomarse a la ligera. Ya se están incluso elaborando guías para anticiparse al peor escenario posible.
El Brexit se encamina hacia su conclusión final y el consenso general ha pasado de considerar casi imposible un Brexit a las bravas a darlo casi por sentado. Evidentemente, un Brexit sin ningún tipo de acuerdo no será fácil para nadie, ni para los británicos ni para el resto de europeos.
La economía, la principal víctima de la incertidumbre de un Brexit duro
Las bolsas europeas no terminan de levantar cabeza por culpa de la incertidumbre creada por el Brexit. La cotización del DAX 30, uno de los principales índices bursátiles europeos, da fe de ello: lleva en tendencia bajista desde el anuncio del resultado del referéndum británico que votó a favor de la salida británica del club de la UE. El DAX 30 hoy es más débil que ayer, aunque probablemente más fuerte que mañana. Esa es la tónica general que se respira en los mercados europeos. La bolsa alemana hoy sufre una ralentización que amenaza con contagiarse a los parqués de los países periféricos europeos, como Italia, Portugal o España.
Complicaciones más allá de la cuestión financiera
No solo la economía se verá afectada por una salida desordenada del Reino Unido de la UE. Hay bastantes aspectos, especialmente en la vida de los británicos, que se verán afectados especialmente. Algunos son más significativos que otros, pero todos ellos traerán indudablemente molestias e inconvenientes para los ciudadanos de Reino Unido.
Los británicos necesitarán tener un permiso de conducir internacional si desean conducir en Europa y tendrán que abonar las tasas pertinentes para hacerlo. Deberán también despedirse de la siempre útil tarjeta sanitaria Europa: ya no será válida y será necesario contratar un seguro de asistencia si deciden viajar a algún país europeo. Hablando de viajes, se terminará el viajar sin visado a Europa. Los británicos deberán pagar por obtener un visado turístico de 90 días.
También deberán decir adiós a las compensaciones en caso de problemas con sus vuelos que estaban garantizadas por la legislación europea. Y si tienen algún amigo de cuatro patas, verán como ya no sirven sus pasaportes europeos para sus mascotas. Cada vez que crucen el Canal, deberán pagar costosas pruebas para sus mascotas o se impedirá su acceso al territorio comunitario. Deberán también olvidarse del roaming gratuito en Europa y preocuparse por el futuro de sus pensiones si viven, por ejemplo, en España.
Esta lista solo recoge algunas de las consecuencias más claras de un Brexit duro, pero en realidad hay muchas más. Un divorcio siempre es traumático, especialmente si se produce después de muchos años de unión. Es exactamente lo que está sucediendo con la separación entre Reino Unido y el resto de Europa. Solo queda esperar que, finalmente, reine el sentido común entre las dos partes. Todo el mundo sabe que en un divorcio por las malas ambas partes salen perjudicadas.