Para sorpresa de algunos viandantes, porque el festivo de ese 6 de diciembre ayudaba a recordar el motivo de tal despliegue de color, el Ayuntamiento de Guadalajara se iluminó a partir de las seis de la tarde del miércoles con los colores de la bandera de España.
En el día de la Constitución, los actuales responsables quisieron con ello dar una nota más que evidente de respaldo a la Carta Magna, cuyo 45º aniversario se celebraba con la mayoría de los partidos políticos ausentes de la celebración en el Congreso de los Diputados.
Lo de la iluminación de las Casas Consistoriales es una de las herencias del anterior mandato, aunque no haya constancia de que el alcalde saliente, Alberto Rojo, lo haya recordado (como suele) en sus redes sociales.
Más concretamente, el mérito hay que atribuírselo a Israel Marco, el que fuera uno de los tres concejales de Ciudadanos y que no sólo se aplicó a dotar con luces led ese edificio o el de la plaza del Concejo, sino también a reponer las farolas fernandinas, desterrando de ese modo aquellas otras con forma de palo instaladas en su día bajo impulso de Jaime Carnicero.
El despliegue de colores en la Plaza Mayor, que en estos días tiene surtido de guirnaldas luminosas por la Navidad, no es algo que se acostumbre a hacer muy a menudo. Y eso que el catálogo de posibilidades es casi infinito. Recordamos alguna de las variantes posibles:
Otro tanto se podría hacer con el antiguo Edificio Negro, al que pocos aluden con su actual denominación oficial de Arriaca Digital y cuyo sistema de iluminación está incluso más olvidado que el anterior: