Hacia la una y media de la tarde del viernes, 4 de abril de 2025, se confirmaba la aparición de un cadáver en una vivienda de la calle Cervantes de Guadalajara. Era el desenlace de una intervención de los bomberos del Ayuntamiento, después de que vecinos del barrio notificaran a través del 112 la prolongada ausencia de una mujer, que vivía sola.
Las peores previsiones se confirmaban en ese momento, sin tener que esperar a la llegada de los sanitarios, ante lo evidente del hallazgo.
Julia, una septuagenaria que mantenía hasta poco las rutinas que le hacían salir cada día por las calles el barrio, dejó de ser vista hace días, lo cual ha terminado por desatar las alarmas entre los que más la conocían.





Han sido dos efectivos de los Bomberos de Guadalajara los que, convenientemente protegidos para hacer frente a cualquier eventualidad, forzaban la persiana de una de las ventanas y accedían al interior de la vivienda para proceder, de inmediato, a conseguir la máxima aireación posible del piso, hasta ese momento completamente cerrado.
Desgraciadamente, sólo pudieron ratificar la presencia de un cadáver, pendiente de la necesaria identificación y del proceso legal preceptivo en este tipo de casos.
Al lugar se han desplazado también patrullas de Policía Local y Nacional.
Hasta pasadas las tres de la tarde no se llevado a cabo el levantamiento del cadáver.