Ha sido CSIF quien ha sacado a la luz pública este martes el caso de tres limpiadoras de la Delegación Provincial de Educación, Cultura y Deportes, que el pasado mes de abril de 2020 fueron adscritas por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha a la Residencia de Mayores «Siglo XXI» de Guadalajara.
Esas instalaciones privadas, que actualmente operan bajo la marca comercial de «Residencia Valdeluz», fueron intervenidas por la Administración regional, que ocupó una de las alas del antiguo Colegio de Médicos para derivar allí a ancianos de otras residencias de la provincia infectados de COVID.
La citada residencia fue motivo de grave preocupación en aquellas complicadas semanas de la pasada primavera, como pueden recordar los lectores de LA CRÓNICA en los enlaces al pie de esta información.
Según denuncia el citado sindicato, la Junta «continúa sin abonar la labor desarrollada por tres limpiadoras» en aquellos momentos, coincidiendo con lo más complicado de la primera hora de la pandemia. «La Junta aún no ha abonado los complementos que por convenio colectivo les corresponde cobrar, que son las jornadas en sábado, domingo o festivo.
Por cuadrante les tocó trabajar los días festivos de la Semana Santa del pasado año correspondientes a 9,10 y 13 de abril. Cada empleada debería haber percibido un complemento salarial de 150 euros (50 euros por día), pero la Junta continúa sin proceder al abono que por derecho les corresponde a pesar de las reclamaciones presentadas», insisten desde CSIF.
Al año, imposible reclamar
El responsable provincial del Sector de Administración General de la comunidad autónoma, Antonio Alonso, abundan en que “la Junta está tomando el pelo a estas trabajadoras y además lo está haciendo de mala manera, ya que va a pasar casi un año, plazo en el que finaliza el derecho de la reclamación patrimonial”. No en vano, se trata de una “histórica” falta de coordinación entre las diferentes administraciones en la provincia de Guadalajara.
Más allá de las cantidades a percibir, CSIF expone la “falta de consideración y respeto” a los empleados públicos en la gestión de la pandemia, ya que “estas trabajadoras ayudaron bajo una gran presión y en un momento muy crítico en el cual el conocimiento sobre el virus era muy escaso”, concluye Alonso.