La fuerza de la costumbre ha conseguido que las plantaciones de marihuana en Guadalajara ya casi no sean noticia, de tantas como hay, de las cuales algunas se detectan en chalés de la provincia, sobre todo en la zona del Corredor del Henares. Lo de producir esta droga casi como lo hacen más al sur, en el Rif marroquí, es otro nivel. A campo abierto se ha descubierto una plantación en el Señorío de Molina. La Guardia Civil de la Comandancia de Guadalajara ha detenido a dos personas por un delito contra la salud pública, por cultivo de marihuana.
Esta peculiar explotación desmantelada contenía 1.330 plantas de marihuana, de aspecto muy lozano, que los detenidos cultivaban en un paraje entre Megina y Chequilla, en las proximidades del río Cabrillas.
Según destaca la Guardia Civil «el asentamiento estaba situado en la ladera de una montaña en un lugar estratégico, prácticamente inaccesible, que les permitía divisar la plantación y ejercer labores de vigilancia».
Media hora a pie para llegar a la plantación
El terreno es, en efecto, escarpado y de difícil acceso. Sólo es posible llegar a pie. Se requiere media hora de marcha, sin entretenerse, para alcanzar el lugar de la plantación desde el último punto al que puede acceder un vehículo.
Los detenidos hacían vida completa en el lugar, ya que hasta dormían allí, en tiendas de campaña. Para recargar sus móviles recurrían a placas solares. En realidad, los teléfonos tenían escasa utilidad en ese entorno, ya que no hay cobertura; para comunicarse entre ellos recurrían a transmisores portátiles.
La primera de las detenciones se produjo en Alustante el pasado martes, 20 de septiembre, fecha en que se desmanteló la plantación. Se comprobó que este hombre, de 40 años, es de nacionalidad albanesa, al igual que el segundo de los detenidos, de 51 años. Este último se dio a la fuga al verse sorprendido por los agentes. Según ha podido saber LA CRÓNICA, pudo escapar a pie y estar escondido hasta que al día siguiente fue también localizado, para terminar siendo puesto a disposición judicial.
Albaneses, como en 2019
Fue hace ahora justamente tres años cuando se descubrió, también en el norte de la provincia de Guadalajara, que en unos parajes inhóspitos, apenas habitados por el hombre, habían crecido en proporciones industriales determinadas plantas, de un modo nada casual. Los responsables de aquello eran cuatro individuos, también de nacionalidad albanesa, con edades comprendidas entre los 26 y 35 años de edad y que fueron detenidos en la Sierra Norte.
Aquella plantación precursora era incluso más grande que la ahora localizada, puesto que se contabilizaron hasta 4.600 plantas de marihuana en distintas fases de crecimiento, en el término municipal de Semillas. Se abastecía de agua del río Sorbe, también en un terreno escarpado y de difícil acceso.
Uno de los implicados tuvo que ser detenido con la participación de un helicóptero, como detalló en su día este diario.