Las Cortes de Castilla-La Mancha han solicitado al Gobierno de España que, en colaboración con los gobiernos autonómicos afectados, entre ellos el de Castilla-La Mancha, y junto con el resto de países afectados, emprenda las acciones necesarias para impedir que salga adelante la Estrategia de Sostenibilidad de la Unión Europea que pretende definir los aceites de la lavanda «como tóxicos».
Este jueves se ha aprobado en el pleno esta declaración institucional conjunta por parte de PP, PSOE y Ciudadanos, aunque inicialmente se había llevado a la sesión en forma de debate general, presentado por el Grupo Parlamentario Socialista.
El objetivo que defienden desde los tres grupos es frenar la Estrategia de Sostenibilidad para las sustancias químicas y la modificación del Reglamento de registro, evaluación, autorización y restricción de sustancias químicas (REACH), en lo que afecta al sector del cultivo de las plantas aromáticas y la producción de aceites esenciales.
Manifiestan su preocupación por la iniciativa planteada, que «podría acabar con la producción natural de la lavanda y el lavandín y, consiguientemente, con la producción natural de esos aceites esenciales en nuestro país y en nuestra región», han recogido en esta declaración institucional.
La defensa, mejor desde el Estado
Asimismo, expresan la necesidad de defender, a través de los representantes del Ministerio de Transición Ecológica, en los Consejos Consultivos Europeos competentes, el que los aceites esenciales puedan seguir considerándose «sustancias naturales complejas», y no como «mezclas de componentes» (MOCs), y que su seguridad sea ratificada por métodos científicos rigurosos, que tengan en cuenta sus propiedades intrínsecas, potencia, aplicaciones industriales y condiciones de uso.
Declaran su apoyo a la lavandicultura como sector estratégico en crecimiento y sostenible en Castilla-La Mancha, y reivindican su enorme potencial, como producto natural cuyas propiedades beneficiosas han sido demostradas durante siglos.
Trasladan su apoyo sin fisuras al sector del cultivo de las plantas aromáticas (lavanda, lavandín o espliego) y a la producción de aceites esenciales, ante la amenaza que para el presente y futuro de dicho sector supone el borrador de Estrategia de Sostenibilidad para las sustancias químicas de la Unión Europea, así como al asociacionismo agrario que hoy representa ANIPAM (Asociación Interprofesional de Plantas Aromáticas y Medicinales).
Más información:
- ANTONIO ROMÁN / En defensa de la lavanda y su repercusión económica
- IVÁN SÁNCHEZ / La tóxica lavanda de La Alcarria
- La lavanda de Brihuega se la juega en Bruselas
- Brihuega tendrá un Museo de la Lavanda, Cifuentes un castillo visitable y Torija, algún mirador en sus murallas
- La Junta seguirá primando el cultivo de la lavanda hasta al menos 2024