La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha mostrado su confianza de que «no se abra ninguna guerra, y menos de agua», por el trasvase Tajo-Segura, además de recalcar que el Gobierno «no ha cambiado de criterio».
«El Ministerio ha mantenido exactamente el mismo criterio con el que empezamos a abordar esta cuestión hace dos años, que tuve ocasión de presentar en Alicante y en el Palau de la Generalitat», ha declarado antes de impartir una conferencia en la Semana de Derechos Humanos de la Universitat de València.
Así se ha pronunciado al ser preguntada por el acuerdo del Tajo-Segura fue aprobado por el Consejo Nacional del Agua el 29 de noviembre, un día después de que el gobierno valenciano difundiera un informe de la Abogacía de la Generalitat que concluye que no hay justificación jurídica ni técnica para cambiar los criterios acordados e insta al Gobierno a respetar el proyecto que garantiza la continuidad del trasvase.
Ribera ha asegurado que «todo el trabajo de estos años ha estado precisamente centrado en conseguir la mejor financiación que nunca se haya destinado a obras hidráulicas en una versión moderna», con el objetivo de que puedan contar con agua tanto los regantes como los ciudades y las cuencas cedente y beneficiarios.
MÁS TENSIONES POR EL CAMBIO CLIMÁTICO
Todo ello, ha remarcado, «anticipando una situación que, como consecuencia del cambio climático, evidentemente genera más tensiones».
A partir de ahí, la ministra ha insistido en que confía en que «no haya ninguna guerra» y el Gobierno pueda cumplir todos los objetivos de inversión que se ha fijado para la aportación adicional de recursos hídricos, la conexión dentro de cada cuenca «de la mejor manera posible» y una seguimiento «transparente» de los parámetros de calidad y cantidad y de los «hitos» establecidos tras las conversaciones con los regantes y las administraciones afectadas.