Tendilla, de 304 habitantes, quiere ser la sede de un Museo de Arte Contemporáneo. Cuenta para llevar a buen puerto esta idea con la donación de obras del artista Kieff Antonio Grediaga, de donde era originario su padre, represaliado tras la Guerra Civil, como republicano.
Grediaga nacio en Madrid en 1936. Terminó por salir de España en 1959 y no volvió hasta 1966 para actuar como tenor solista, después de haber trabajado como pintor y lutier en Brasil y Argentina, donde también hizo teatro. Su periplo seguiría por países como Austria, Italia o Canadá, además de Cuba. En estos dos últimos obtuvo reconocimiento y aprecio.
La Fundación que preside este artista ya octogenario fue constituida en Madrid hace menos de dos años, en septiembre de 2017, con un valor de tasación de 60.000 euros para la dotación inicial de las esculturas aportadas por el propio Kieff Grediaga Bueno con el fin de "exaltar, estudiar, investigar, enriquecer, difundir y conservar la obra y figura de don Kieff Grediaga Bueno, más conocido como Kieff, y su mundo, enriquecer nuestro patrimonio cultural en este aspecto y, en general, todas aquellas actividades que tengan relación con el genial escultor", según consta literalmente en el acta notarial.
De centro médico a museo
El Ayuntamiento de Tendilla quiere reconvertir para este nuevo uso el antiguo centro médico, cerrado desde hace cuatro años. El pasado12 de julio, el Pleno acordó firmar un convenio para el desarrollo de este proyecto, firma que tendrá lugar a las doce de la mañana de este miércoles, en un acto institucional.
Mediante este convenio, el Ayuntamiento se compromete a ceder el edificio pendiente de reformar y el terreno para el desarrollo del proyecto, junto con el compromiso de formar parte de la financiación junto con la "Fundación Kieff Antonio Grediaga" y FADETA, que gestiona fondos europeos para el desarrollo rural.
El Ayuntamiento recuerda que actualmente algunas de las obras del artista están expuestas en la Plaza de la Iglesia de Tendilla, en un homenaje a Manuel de Falla. Estás obras de hierro, de gran formato, fueron presentadas en 2011 en Quebec, la región de habla francesa que por enconces le consideraba como artista local, según el programa de aquella exposición. Valoraba las siete obras en un millón de dólares.