Un total de 49.500 personas ocupadas en Castilla-La Mancha teletrabajan –de las cuales 24.400 son hombres y 25.100 son mujeres–, según cifras del tercer trimestre de 2021. La estadística pone de manifiesto que, si bien durante 2020 se alcanzaron cifras récord de teletrabajadores, paulatinamente, a lo largo de 2021, el ‘boom’ del teletrabajo se está desinflando, pero aún tiene relevancia.
Así lo ha puesto de manifiesto este lunes en rueda de prensa en Albacete la secretaria de Empleo y Política Sindical de UGT en la región, Isabel Carrascosa, quien ha presentado a los medios de comunicación un análisis elaborado por el sindicato acerca de la evolución que ha tenido el teletrabajo en la Comunidad Autónoma.
De este análisis se desprende también que, frente a los 64.700 castellanomanchegos que trabajaban más de la mitad de la jornada laboral en su casa en 2020, ahora –en 2021– esta cifra se ha reducido hasta los 49.500, lo que representa un descenso del 23%.
«Por sexos resulta curioso observar que, si antes de la pandemia eran ellos los que más teletrabajaban, después de la crisis sanitaria ellas han pasado a ser las que más trabajan a distancia».
Más hombres que mujeres han vuelto a lo presencial
Otro de los indicadores que apuntan a un cambio de tendencia es que el teletrabajo se ha desinflado en mayor medida entre los hombres –un 28%– y en menor medida entre las mujeres –un 18%–.
Según recoge el informe ‘Teletrabajo y Corresponsabilidad’ elaborado por el Servicio de Estudios de UGT, del total de personas que teletrabajaban en 2019, en Castilla-La Mancha un 38% eran mujeres.
En la región, representan el 52%, siendo la comunidad donde más ha aumentado la proporción de mujeres que han pasado a teletrabajar y donde más se ha invertido la tendencia.
«Solo en otras cuatro comunidades más –Asturias, Cantabria, Canarias y Madrid, además de Castilla-La Mancha– las mujeres que teletrabajan superan al número de hombres que teletrabajan», ha indicado, añadiendo que la evidencia empírica que trasladan los datos y su análisis «lleva a confirmar una relación negativa entre teletrabajo en pandemia y corresponsabilidad».
La secretaria regional de Empleo y Política Sindical de UGT ha defendido que el teletrabajo no es una medida de conciliación; también la necesidad de trabajar en la negociación colectiva para que no se produzca sesgo de género a la hora de acogerse a esta forma de organizar el trabajo y, por último, que se haga un seguimiento del teletrabajo a través del Plan de Igualdad de la empresa y de la Comisión Paritaria, integrando el principio rector de la igualdad efectiva.
UGT Castilla-La Mancha sostiene que hay que garantizar a las personas que teletrabajan los mismos derechos que a aquellos que acuden presencialmente a su puesto, es el caso del derecho a la desconexión digital, a la formación, a la promoción profesional y al de la dotación de los medios y equipos necesarios y a la compensación de gastos.