Lo de este jueves en el Ayuntamiento de Guadalajara podría pasar a los anales. Empezó con una moción de Vox en la que se planteaba la conveniencia de cambiar el nombre del campo de fútbol "Pedro Escartín", de propiedad municipal. El salón de plenos se lleno de propuestas divergentes y discrepantes, acompañadas en algunos casos de textos transaccionales e incluso de la petición de un plebiscito entre los vecinos de la capital, planteado por Aike para ser fiel a sus criterios.
Como por ensalmo, o por no meterse en charcos indeseados, al final los 25 concejales votaron unánimemente dejar las cosas como están, salvo en lo de hacer un homenaje a Pablo Ramos, dedicándole una grada, pero no el estadio. Hasta los dos ediles de Vox se unieron a la mayoría.
Si lo correcto es, fuera o fuese lo de someter a votación entre la ciudadanía el futuro del "Pedro Escartín", habría que proceder sin tardanza a a un plebiscito a cuenta del color con el que acaba de amanecer el exterior del campo de fútbol, de un rabioso morado. Hasta ahora, esa pintura solía estar limitada a los revocos de las casas más emocionantes de las carreteras españolas, pero en fin… Doctores tiene el Consitorio.
Para una mejor valoración, disponen los lectores de este diario de la galería gráfica, con el antes y el después.
Ahí tienen la encuesta y voten. Pero háganlo antes de que la pintura se seque y sea demasiado tarde.
