Hace mucho, mucho tiempo, tres empresarios de Guadalajara llegaron a hacerse con un histórico de la Bolsa española, llamado Urbas. La vinculación alcarreña con esa sociedad sigue existiendo, aunque minorada, si usamos la pertinente terminología contable. A día de hoy aún mantiene intereses en la provincia de Guadalajara, esencialmente en el Corredor, aunque ya no su sede de la Plaza de los Caídos… que tampoco se llama así, sino Plaza de España.
Tanto cambian las cosas que, mutatis mutandi, Urbas acaba de anunciar que ha comprado
un yacimiento de feldespato. Tal cual. Mal negocio no ha debido ser cuando las reservas potenciales tendrían un valor, a precios actuales de mercado, de unos 600 millones de euros.
Lo que parece anecdótico resulta que es estratégico, puesto que así Urbas pasará a ser arte y parte del mercado nacional de este mineral, utilizado para la fabricación de material cerámico, azulejo y vidrio. Lo conseguirá si rentabiliza adecuadamente una mina a cielo abierto en Silán (Lugo), tras adquirir la sociedad que cuenta con las concesiones para su explotación.