A media tarde del lunes, la caída de una rama de una acacia a la entrada del parque de la Constitución ha puesto a prueba a los conductores que pasaban por allí.
Los que tomaban esa concurrida calle en sentido hacia el Paseo de las Cruces se topaban de bruces contra ese inesperado obstáculo. La cosa no ha ido a mayores por la rápida respuesta de Policía Local y bomberos. Estos últimos, motosierra en mano, han dado buena cuenta del «intruso», después de despejar la calzada, minutos después de las seis de la tarde.
Muchos árboles de la ciudad manifiestan esa reiterada tendencia a acabar, en todo o en parte, por los suelos. A escasos metros de ese mismo lugar, hace pocas semanas hubo que sanear un pequeño pinar cercano, eliminando los ejemplares más peligrosos y evitando que alguno de ellos terminara de caer.
Esta vez, el fotógrafo de LA CRÓNICA estaba allí.