El despliegue era aparatoso, como en cualquier emergencia atendida por los bomberos de Guadalajara, que siempre viene acompañada por la Policía Local. Este sábado, hacia las once de la mañana, los escasos transeúntes que pasaban por la zona se alarmaban al ver varios vehículos contra incendios y patrullas policiales cortando el acceso rodado a la calle del Rosal.
Ubicada junto a la Cuesta del Matadero, la calle del Rosal es más conocida desde hace años por un restaurante. Precisamente en el local, «el incendio de una freidora», según fuentes del propio dispositivo para LA CRÓNICA, ha sido el motivo del aviso y de la movilización de estos efectivos. Afortunadamente, nada que ver con sucesos aún recientes, que sí supusieron problemas y molestias para muchos en la ciudad de Guadalajara.