(Carta abierta a Israel Marco y Sara Simón)
Nos dirigimos a vosotros como responsables de los Consejos de Barrio y del área de Participación, hace unos días acudimos como representantes del grupo municipal Aike a las reuniones convocadas, con carácter de urgencia, con el único punto del orden del día de los presupuestos participativos. Tras estas citas os hacemos llegar nuestras consideraciones de forma pública porque pensamos que la reflexión abierta sobre las cuestiones de participación son necesarias en una ciudad donde queda tanto camino por recorrer en este área.
Habéis llamado presupuestos participativos a algo que no lo es, lo que se ha hecho no son más que simples encuestas, donde unos pocos (muy pocos) vecinos y vecinas más que propuestas han dejado quejas o incidencias: aceras en mal estado, árboles sin podar, mobiliario urbano deteriorado o goteras en los colegios. Cuestiones relacionadas con el mantenimiento de la ciudad, para las que ya existe un buzón ciudadano y una aplicación que las vecinas y vecinos pueden usar, cosas que el Ayuntamiento debería resolver en el día a día, temas para los que no parece necesario convocar de urgencia a los Consejos de Barrio, preguntar a la ciudadanía o gastar 8.000 euros en un empresa externa que asesore.
Pensábamos que era imposible hacerlo peor que el Partido Popular en la anterior legislatura pero lo habéis conseguido. Suena bien decir que se ponen en marcha presupuestos participativos, más si se quiere vender como si fuera una primicia o una novedad que no existía, pero si lo que se hace es tan irrelevante lo que se consigue es boicotear la participación y los propios Consejos de Barrio. Los vecinos y las asociaciones se cansan de que el Ayuntamiento les convoque para nada, repitiendo formatos que ya resultaron erróneos. Avisamos que después no vale quejarse de que la gente no participa o no acude a las reuniones.
Algo falla en el formato si en una ciudad de 85.000 habitantes tan solo han participado 200 personas, en alguno de los barrios las encuestas recogidas han sido 4, números que constatan lo insustancial e irrelevante del proceso. La participación en los Consejos de Barrio es igual de pobre, en la mayoría de ellos hay más representantes de los grupos políticos que de asociaciones vecinales, algo que se viene arrastrando desde hace años y que si el equipo de Gobierno actual quiere revertir tendrá que que tomárselo un poco más en serio, realizando cambios en la forma y en el fondo.
Para que unos presupuestos sean participativos los cauces de comunicación y trabajo que se abren con la ciudadanía y el tejido asociativo tienen que ser mucho más amplios. Sara, Israel, no somos el primer Ayuntamiento que los pone en marcha, no somos pioneros en este tema, hay muchas experiencias en otros lugares de las que se puede aprender y, muy importante, no repetir los experimentos fallidos de años anteriores.
Si queréis trabajar por una participación real es imprescindible trabajar con tiempos más amplios, en las convocatorias y en los planteamientos, con una mayor difusión y con una idea de ciudad global, sin trocearla. Repartir 50.000 en cada barrio es un mecanismo que parece igualitario pero no lo es, las necesidades y características de cada barrio son muy distintas. Trabajar los presupuestos con la ciudadançia no consiste en parcelar la ciudad, repartir migajas o potenciar el pedigüeñismo: «arreglen mi acera» «poden el árbol de la esquina de mi casa».
Participar implica estar informados y buscar consensos, para que las vecinas y vecinos puedan opinar y llegar a acuerdos tienen que tener un marco general de los presupuestos municipales, información clara y transparente del proyecto de presupuestos que plantea el equipo de Gobierno para la ciudad, aportar y consensuar desde el conocimiento. Nos gusta lo que decía el Psoe cuando estaba en la oposición y pedía cambios en la forma de hacer del anterior equipo «la participación vecinal en los asuntos municipales es el final de un largo y constante proceso de interrelación entre los gobernantes y los ciudadanos, que debe contener los mecanismos y herramientas necesarias para la información y formación de la ciudadanía”.
Hay muchas cosas que se pueden hacer relacionadas con la participación, iniciativas que serían muy interesantes para potenciar el tejido asociativo y el movimiento vecinal, tan necesario para hacer ciudad. Mapeos vecinales en los barrios, observatorios ciudadanos municipales, recoger opiniones sobre proyectos relevantes para la ciudad son solo algunas ideas, cosas infinitamente más interesantes y constructivas que recoger 200 encuestas incompletas.
Y como hablamos de participación, no queremos acabar esta carta sin ofrecer la nuestra. Nuestro concejal, Jorge Riendas y las personas que representamos al grupo municipal Aike en los Consejos de Barrio estamos dispuestas y disponibles para aportar nuestro grano de arena para que el año que viene Guadalajara ponga en marcha, y esta vez de verdad, unos presupuestos donde la ciudadanía se sienta partícipe.
Atentamente,