No se trata de denunciar al vecino que guarda un tiesto con «maría» en el balcón o en un rincón del jardín, sino de acabar con el negocio de las redes que alquilan chalés para el cultivo intensivo de esa planta en garajes y habitaciones, previo «puenteo» en la red eléctrica con el que abastecer la sofisticada instalación que se requiere para que el cannabis sativa crezca lozana y rápidamente.
Aunque lo habitual es que la Guardia Civil sea quien desmantela las plantaciones de marihuana bajo techo, también la Policía Nacional se está apuntando de manera creciente a esta labor, incluso fuera de la capital de la provincia. Tanto es así, que han pedido la colaboración ciudadana para descubrir las ubicaciones de estas plantaciones, que proliferan en Guadalajara desde hace años.
Hay tres formas de hacer llegar la información de manera directa: con el consabido teléfono 091, mandando un e-mail a [email protected] o a través de una página web creada con este fin. En todos los casos, desde la Policía Nacional se insiste en que se garantiza siempre la confidencialidad y la identidad del denunciante.
La última plantación desmantelada, en El Casar
La más reciente operación de la Policía Nacional ha tenido como objetivo un chalet de El Casar, que estaba siendo investigado desde finales del mes de noviembre. Allí se han incautado 1.299 plantas de marihuana, que ocupaban buena parte del inmueble.
La vivienda disponía además de toda la infraestructura necesaria para la producción y elaboración de la droga, así como una instalación eléctrica perfectamente dispuesta que permitía abastecer los diferentes aparatos de climatización, extracción de aire, lámparas de iluminación y calor, así como el sistema de riego. También se intervinieron numerosos productos fertilizantes, utilizados para forzar el crecimiento de las plantas.
A los detenidos, encargados del cultivo, se les imputa la comisión de un delito contra la salud pública y otro de defraudación de fluido eléctrico.