Después de décadas alardeando de los parques y jardines de la ciudad, un estudio europeo se plantea poner del revés las más firmes convicciones de los vecinos de Guadalajara. Eso es lo que se puede sospechar tras la lectura del último estudio de la European Public Health Alliance (EPHA). En ese documento se cuantifica en euros el coste de la contaminación para los habitantes de Europa, en lo que supone de muertes prematuras, por tratamientos médicos y por las jornadas laborales perdidas. Se han medido esos y otros costes sanitarios provocados por los tres contaminantes del aire que causan la mayoría de las enfermedades y muertes: las partículas en suspensión (PM), el ozono ( O₃) y el dióxido de nitrógeno (NO₂).
¿Pero no habíamos quedado que Guadalajara es una de las ciudades españolas y, por lo tanto, del mundo, en esperanza de vida? Puede, pero hay otras formas de medir la realidad que no resultarían tan positivas para los vecinos de esta capital.
Según concluye la EPHA en su publicación, que puede consultarse íntegramente en el PDF que LA CRÓNICA adjunta al pie de esta información, la contaminación del aire cuesta unos 926 euros al año a cada uno de los españoles, una media aplicada para todos, tanto si viven en un área industrial como en medio del campo.
La ciudad de Madrid es la que más costes brutos genera por la contaminación, según esos criterios con más de 3.383 millones de euros al año. Le siguen Barcelona, con 2.020 millones; Valencia, con 670 millones; Zaragoza, con 522 millones y Palma de Mallorca, con 412 millones.
Guadalajara, segunda de la tabla
El problema para la capital alcarreña llega cuando las cifras se ponen en perspectiva y se toman como valores per capita. En coste/vecino, Barcelona sería más la penalizada por la contaminación, ya que cada barcelonés «paga» 1.256 euros al año por la contaminación del aire. En segundo lugar aparece Guadalajara, con 1.183 euros al año, como figura en la página 30 del informe.
Madrid se clasifica en tercer lugar, con 1.069, justo antes de Coslada y sus 1.033 euros/año, idéntico coste que La Coruña y por encima de los 1.024 euros de Palma de Mallorca.
La contaminación del aire es la causa número uno de muertes prematuras por factores ambientales en Europa, según la AEMA. El problema es mayor en las ciudades, donde viven dos tercios de los europeos. A su vez, dos tercios de las ciudades rompen los estándares de aire limpio establecidos por la Organización Mundial de la Salud. PM, NO₂ y O₃ causan alrededor de 400.000 muertes prematuras al año.
El secretario general interino de la EPHA, Sascha Marschang, insiste en que su estudio «revela la magnitud del daño que el aire tóxico está causando a la salud de las personas y las enormes desigualdades en salud que existen entre y dentro de los países de Europa.
En gran medida, la situación puede verse influenciada por las políticas de transporte y las ciudades pueden reducir los costos cambiando a la movilidad urbana de cero emisiones. Los gobiernos y la Unión Europea deben tener en cuenta estos costos para la política de transporte a fin de apoyar, no obstaculizar, una recuperación saludable de la pandemia Covid-19».
Casi medio millar de ciudades
El estudio examinó 432 ciudades en todos los países de la UE más el Reino Unido, Noruega y Suiza. Sumados, los costos de contaminación del aire para los residentes de la ciudad ascienden a 166.000 millones de euros por año, o 385 millones de euros por ciudad en promedio.
Cuando se agrupan por ciudad en lugar del costo per capita, quienes viven en ciudades grandes y caras tienden a asumir los costos de contaminación más altos debido a la densidad de población, mayores ingresos y gastos.
Las PM ocasionan la gran mayoría de los costos (82,5% en promedio), seguidas por NO₂ (15% – principalmente, por tráfico rodado) y O₃ (2,5% – por combustión). Estas proporciones varían considerablemente entre ciudades.
La región de Europa central y oriental tiene la tasa más alta de muertes por contaminación del aire, mientras que el sur de Europa tiene la tasa más alta de enfermedades crónicas.
El transporte es una fuente importante de contaminación del aire urbano, con un costo de 67.000 a 80.000 millones de euros en la UE-28 en 2016, según un informe anterior de la EPHA.
Este estudio muestra que incluso pequeños cambios en los hábitos de transporte y las políticas de la ciudad pueden marcar una diferencia sustancial en dichos costos. Un aumento del 1% en el tiempo medio de viaje al trabajo aumenta los costes de las emisiones de PM10 en un 0,29% y los de las emisiones de NO2 en un 0,54%, según el estudio. Un aumento del 1% en la cantidad de automóviles en una ciudad aumenta los costos generales en casi un 0,5%.
El estudio, realizado por CE Delft, es el más grande de su tipo, en términos de número de ciudades y contaminantes estudiados. Los investigadores tomaron los últimos datos completos de Eurostat y las estaciones de monitoreo oficiales, de 2018, para calcular los daños causados y los costos relacionados con las enfermedades resultantes. Los investigadores excluyeron la contaminación del aire en interiores, una causa importante de enfermedad.
La EPHA está pidiendo políticas gubernamentales para reducir el transporte basado en petróleo con alternativas más sostenibles, activas y de cero emisiones, en particular caminar, andar en bicicleta y vehículos limpios, basados en la movilidad eléctrica.