Hace unos meses, el anuncio de su llegada causó expectación entre sus viajeros potenciales. El «Avlo» se presentaba como una alternativa económica para el AVE, antes de que compañías europeas entraran a compartir el corredor de alta velocidad entre Madrid y Barcelona. En estas llegó el coronavirus y se acabó todo antes de empezar.
En el caso de Guadalajara, el interés era más limitado, puesto que desde la estación de Yebes a lo más que se aspiraba inicialmente era a verlo pasar de largo desde el andén. Sí hubo movimientos políticos para reclamar que parase e incluso para exigir, una vez más, las lanzaderas desde Guadalajara y la capital de España. Nada de eso tuvo tampoco mayor alcance.
Ahora, el presidente de Renfe, Isaías Táboas, ha descartado que el AVE de bajo coste del operador público, conocido como «Avlo», vaya a lanzarse en el corto plazo, como consecuencia del impacto que la crisis del coronavirus ha producido en las perspectivas futuras de los ciudadanos para volver a viajar.
«El Avlo se recuperará cuando los clientes lo demanden. Ahora la gente no hace planes de viaje y es un producto que necesita tener un aprovechamiento cercano al 90%; sacar un producto así cuando el mercado no está dispuesto no tiene mucho sentido para nosotros en este momento», ha asegurado en un foro celebrado este jueves.
Los franceses comienzan en marzo
El primer competidor de Renfe, la empresa pública francesa SNCF, ya ha anunciado que estrenará sus servicios el próximo mes de marzo en la línea de Alta Velocidad entre Madrid y Barcelona a través de la marca Ouigo.
No obstante, Táboas ha defendido que ya están listos y que Renfe tardaría muy poco en ponerlos en circulación y comenzar a vender billetes en el momento en el que la compañía lo considere.
Por el momento, las posibilidades de recuperación de la demanda en el corto plazo están vinculadas a la evolución de las vacunas ya que, según una encuesta de Renfe, solo el 6% de los ciudadanos planean viajar en este momento, un dato muy por debajo del 25% que así lo pensaba en 2012, en medio de la última gran crisis financiera.
Además, el sistema ferroviario comercial español registra actualmente una demanda del 20% en relación a la del año pasado, según los datos aportados por Táboas, tras caer desde el verano, cuando llego al 38%, como consecuencia de los continuos rebrotes de virus.
Pese a todo, Renfe está estudiando continuamente varios indicadores, como el PIB, el empleo, el teletrabajo y la teleformación, para poder predecir la movilidad de los próximos meses y así adaptar la oferta a la demanda, así como planificar de nuevo el lanzamiento de su tren ‘low cost’.