Lo poco que queda de la central nuclear «José Cabrera», ubicada en el municipio de Almonacid de Zorita, ha vivido este jueves un simulacro. Es un requisito anual para la instalación, aun cuando tiene ya muy avanzado el desmantelamiento en el que Enresa lleva trabajando desde hace más de una década.
El objetivo del simulacro ha sido, según sus responsables, comprobar todos los protocolos y procedimientos establecidos en su Plan de Emergencia Interior (PEI). «El desarrollo de este ejercicio ha permitido constatar el correcto funcionamiento de la organización y medios de emergencia», han subrayado.
Dos horas de simulacro
El simulacro ha consistido en simular un suceso relacionado con la seguridad física de lo que queda de la planta. De haber sido real, habría que ha llevado a la declaración de una emergencia de Categoría 2, «complicado con otro suceso relacionado con la falta de capacidad de refrigeración de los contenedores de combustible gastado en el ATI, lo que supondría una Categoría 1 de Emergencia», han precisado las mismas fuentes.
A semejanza de lo que ocurre con la central de Trillo, la falta de un almacén centralizado en España para los residuos nucleares obliga a mantener parte de esos desechos a pie de planta, introducidos en contenedores especiales.
Aprovechando la circunstancia, durante el ejercicio se ha simulado también un incendio en una zona no radiológica, que hacía necesaria la intervención del servicio médico para asistir a una persona de la brigada contraincendios.
«Transcurridas dos horas desde su comienzo, se ha dado por concluido el simulacro. En su desarrollo han estado implicados los diferentes servicios técnicos de la central», confirman desde Enresa.