La candidatura de Sigüenza a Patrimonio Mundial de la Humanidad ya está en la Lista Indicativa de España. Lo ha conseguido antes que Itálica. Los restos romanos de la localidad sevillana de Santiponce lo vienen persiguiendo desde hace más tiempo.
La decisión favorable a la candidatura seguntina se ha decidido este mes de febrero por el Pleno del Consejo de Patrimonio Histórico, convocado por el Ministerio de Cultura en una reunión celebrada en Menorca.
Este requisito ahora cumplido es necesario como parte del procedimiento inicial para que un país pueda incluir un bien en la Lista de Patrimonio Mundial, con la creación de un inventario preliminar denominado Lista Indicativa.
Itálica lo intenta desde hace una década
La propuesta de candidatura de Itálica a la declaración de Patrimonio Mundial nació en 2014 de la mano de la Fundación Itálica de Estudios Clásicos y se fundamentaba especialmente en el papel de este asentamiento como «ensayo» del proyecto político de la antigua Roma, al tratarse de la primera ciudad creada por Roma fuera de la Península Itálica, siendo además «la cuna de los emperadores Trajano y Adriano».
Tras ser frenada durante un tiempo, la candidatura se reactivó en junio de 2017, cuando la asociación ciudadana Civisur formalizaba el lanzamiento oficial de la candidatura, bautizada como ‘Itálica, una ciudad adrianea’, para esgrimir cómo el enclave refleja la arquitectura y el urbanismo promovidos durante la etapa del emperador Adriano, cuya familia tuvo origen en dicha ciudad.
Ya en 2018, el Consejo Nacional de Patrimonio Histórico de España acordaba incluir a Itálica en su lista indicativa de monumentos susceptibles de ser elevados a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), para que opten a la declaración de Patrimonio de la Humanidad.
A día de hoy, la opción de Sigüenza sigue ganando apoyos.