El agua del Tajo canalizada a través de la Tubería de la Llanura Manchega puede ser la solución para salvar y preservar las Tablas de Daimiel, que están al «rojo vivo», y que para su supervivencia también precisan que las extracciones se ajusten al nivel de los recursos de los acuíferos.
Así lo ha señalado la directora de la Agencia del Agua, Mercedes Echegaray, que este martes, junto a la consejera de Desarrollo Sostenible, Mercedes Gómez, ha participado en la jornada ‘Las Tablas de Daimiel Espacio Protegido Amenazado’, organizada por el Comité de Ingeniería y Desarrollo Sostenible del Instituto de la Ingeniería de España.
La responsable de la Agencia del Agua de la región ha reivindicado que las soluciones que se aporten no enfrenten a los diversos usos que hay en el Alto Guadiana, convencida de que cualquier acción que suponga confrontar las necesidades ecológicas con un uso agrícola va a suponer, «volver a tener a los tractores en la calle, como hace dos meses». De ahí que haya incidido en la necesidad de adoptar medidas que aporten equilibrio y estén en consonancia con todas las necesidades.
«Quizá el mantra de ese equilibrio sea la Tubería Manchega», ha dicho Echegaray, que ha recordado que las reglas del trasvase Tajo-Segura contemplan derivar hasta 50 hectómetros al Guadiana, 30 para abastecimiento y 20 para las Tablas, y que se puede dar agua a 300.000 habitantes.
Tras aseverar que el Gobierno regional aspira a abastecer agua en «cantidad y calidad» en «una o dos legislaturas», a fin de reducir el consumo de agua embotellada, ha defendido que esa oportunidad la proporciona la Tubería de la Llanura Manchega, gracias al agua del Tajo.
Echegaray, que ha recordado que la mayor parte de municipios del entorno de las Tablas se abastecen de agua subterránea, se ha mostrado segura de que la eliminación de ese uso supondría una enorme aportación al acuífero, recuperándose poco a poco los niveles que «tanto anhelamos que suban».
«Esperamos poder llevar a cabo en un futuro inmediato los ramales que quedan por construir de la Tubería», pues supondría «tener un Plan ‘B’ para las Tablas», ha añadido la responsable de la Agencia del Agua, que también ha afirmado que, cuando Ciudad Real y su área de influencia formen parte del sistema de la Tubería, «no sería descartable, para cuando falte agua de las Tablas, derivar de Gasset 11 hectómetros anuales».
GÓMEZ EXIGE UN MARCO DE ACTUACIÓN ESPECÍFICO
Mientras, la consejera de Desarrollo Sostenible ha reivindicado al especificidad de las Tablas, una identidad propia que ha llevado al Gobierno de Castilla-la Mancha a reclamar un marco de actuación específico y la necesidad de delimitar una zona de influencia, pues acotarlo al propio parque nacional «es a todas luces insuficiente».
Para Gómez, la solución para recuperar el Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel pasa por incentivar actuaciones que garanticen «una gestión sostenible del agua y la recuperación de sus aguas subterráneas, acuíferos y humedales, fomentando usos que mejoren su cantidad y calidad, y salvaguarden su biodiversidad, pero con la garantía que estas actuaciones sean compatibles con las actividades de los diferentes agentes del territorio».
Tras reparar en que Castilla-La Mancha no dispone como el Levante de desaladoras para garantizar el abastecimiento, ha defendido que la Tubería de la Llanura Manchega, pese a ser una infraestructura de coste elevado, es necesaria, como evidenció la puesta en marcha del Plan Especial del Alto Guadiana, que supuso un «punto de inflexión importante» que, a su entender, puede servir como base para la recuperación socieconómica de la zona.
Gómez, que ha asegurado que el Gobierno regional no va cejar en el empeño de encontrar soluciones, se ha mostrado confiada en que la jornada de este martes alumbre conclusiones «científicas y prácticas» que orienten al grupo de trabajo que se ha creado.
En la jornada también ha participado el presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadiana, Samuel Moraleda, que ha recordado que 10 de las masas están en riesgo y que es imprescindible recuperar los niveles piezométricos.
Así, ha recordado que el pasado mes de diciembre el organismo de cuenca diseño un nuevo horizonte de planificación para que los regímenes de extracción no se superen el recurso disponible.
«Hemos introducido nuevos ajustes, hasta un 15% en tanto en cuanto persista esta situación. En ningún caso se autorizarán nuevas concesiones, salvo pequeñas reservas que hemos establecido para abastecimientos y para pequeños usos ganaderos e industriales».
LAS RECETAS DE MARTÍNEZ ARROYO PARA REDUCIR CONSUMO
Mientras, el exconsejero de Agricultura y Agua del Gobierno de Castilla-La Mancha, Francisco Martínez Arroyo, que también ha participado en la jornada, ha ofrecido tres recetas de cara a hacer más eficiente el uso del agua en la zona, empezando por la realidad de que «queda pendiente la regularización de unos pozos», algo que no es baladí, porque la administración se comprometió».
«Hay que resolver esta cuestión cuanto antes, ya que esto supondría «un ahorro de hasta 15 hectómetros cúbicos», ha dicho, para alertar de que «se utilizan para regar en el límite de la legalidad» al no haber «un control exhaustivo».
Una vez regularizados y «extremados los controles», aumentando las sanciones, «la situación sería, seguro, mejor», con un ahorro de esos 15 hectómetros».
Tras aludir al estudio que la UCLM hizo para la Consejería, que evidenciaba que limitar el grado de la uva de entrada en bodega favorecía un uso más eficiente del agua, ha apuntado que la tercera vía de ahorro sería dar más uso a la Tubería Manchega, ya que, además, el agua reciclada procedente de esta vía acaba en los acuíferos, lo cual supone «un doble ahorro».
También ha propuesta ir a un modelo «donde se aproveche cada gota, donde el agua sea más eficiente», para lo cual recomiendo incentivar los leñosos, «que se adaptan al terreno», con almendro, olivar, vid o pistacho, «que pueden prosperar en el secano y que agradecen cada gota de agua».
Un cambio de modelo productivo que «apueste por la transformación en el territorio», para que lo que se cosecha en Castilla-La Mancha siga su camino en el mismo territorio.
Martínez Arroyo ha apuntado que hay ahora más de 600 hectáreas encharcadas, algo debido a los pozos de emergencia, pero también por las lluvias que han hecho regerenarse a la zona.
El parque es «muy pequeño» pero su influencia «es enorme», sobre todo en términos agrícolas, algo que es así por el asentamiento de productores del sector primario que hacen de la comarca la más productiva. Un territorio, ha dicho, donde «más agricultores y más renta» se genera en torno a la transformación de productos agrícolas y ganaderos.
Tras aseverar que una hectárea de regadío es cuatro veces más rentable que una de secano y mucho más productiva, Martínez Arroyo ha abogado por que la agricultura sea «compatible» en el parque, convencido de que «no tiene por qué dificultar» la situación.
Incluso, ha sugerido, los agricultores pueden colaborar al mantenimiento de Las Tablas, ya que son los que «tienen conocimiento» de cuánto uso de agua hay que acometer.
De su lado, el director del Parque Natural, Carlos Antonio Ruiz de la Hermosa, se ha mostrado confiado en que el marco de actuación prioritario impulsado por sendos gobiernos lleve a buen término la conservación del parque, que está en pleno proceso de transformación de ecosistema acuático a ecosistema terrestre.
Ha indicado que, pese a las dificultades, sigue siendo un punto importante de biodiversidad, por lo que ha incidido en la necesidad e seguir trabajando en conseguir un perímetro de protección real para mejorar hidroperiodos y favorecer la biodiversidad.