El concepto de «empresa pública» en España es bastante relativo. Y no nos referimos ahora a Renfe o RTVE, sino al SEPES. Dependiente del Ministerio y Agenda Urbana, ahora ocupado por Isabel Rodríguez, esta Entidad Pública Empresarial de Suelo que promovió hace dos décadas el desarrollo de Aguas Vivas, no se ha querido responsabilizar en ningún momento de la reparación de este puente, cuya plataforma «descolgó» hace tiempo.
No era la primera incidencia registrada allí. En 2015 ocurrió lo mismo que en 2023 en este puente, pero en otro pilar distinto, donde se produjo el mismo descenso de viga. “Al tratarse de casos similares en tan corto plazo, en menos de 15 años que tiene el puente, lógicamente se considera que es un vicio oculto y hay que actuar para atajarlo”, ha subrayado el técnico municipal Juan Aguado.
Fue el alcalde Alberto Rojo el que que asumió, en vísperas electorales, el cierre al tráfico de esta necesaria conexión, para evitar posibles desgracias. Desde entonces, los técnicos municipales han intentado en innumerables ocasiones que SEPES asumiera la obra y su coste, por estar la garantía que corresponde a los vicios ocultos de una construcción. Imposible.
Al final, se ha comprobado que la obstinación en desoír las reclamaciones que llegaban desde la Plaza Mayor de Guadalajara tenían más que ver con otros criterios diferentes a los puramente económicos, puesto que el importe por el que se ha adjudicado la obra es bien contenido, una cantidad con la que no se encuentran pisos en el amplio polígono residencial del que SEPES ha seguido administrando administra solares y que le supuso en su día una fuente muy relevante de negocio.
En tres meses debería estar resuelto
Desde el Ayuntamiento, el concejal López Pomeda ha optado por ver lo positivo y no incidir en lo lamentable del proceso. “Tenemos la suerte de poder anunciar que las obras de reparación del viaducto de Aguas Vivas por fin van a comenzar, cuando está a punto de cumplirse un año desde que se cerró a la circulación». Las obras han sido adjudicadas a OPS, por 173.493 euros.
Santiago López sí ha recordado que la reparación y costearla le correspondía al SEPES y que la asume el Ayuntamiento ante la inacción de ese organismo estatal.
“En abril de 2023, parte de la superficie de este puente cedía en alguno de sus puntos, y como consecuencia de aquello, el Ayuntamiento de Guadalajara solicitó un informe pericial para determinar cuál era la causa y en qué medida estaba afectada la estructura. Se estableció que había unos problemas en la zapata, y en los neoprenos que sustentan los pilares el viaducto. Y a partir de ahí, se inició la reclamación a SEPES, porque se consideraban vicios ocultos por una mala ejecución de esta obra que se recepcionó en el año 2009 y que había provocado estos problemas”, ha detallado el concejal.
“Una vez que se realizó esta reclamación al gente urbanizador, no contestada en tiempo y forma, el 4 de agosto del 2023 se decretó el inicio de un expediente de ejecución subsidiaria, porque lo importante era dar una solución a los vecinos de esta zona de la ampliación de Aguas Vivas”, ha añadido López, quien ha explicado que aunque el Ayuntamiento asuma ahora la actuación, porque era la solución más rápida, posteriormente se reclamará la cantidad invertida al Sepes.
Hay que pilotar para asegurar el puente
“Tras firmar el contrato con la adjudicataria hay un plazo de un mes para que esta ejecución pueda empezar y la obra está prevista que dure, según el proyecto, unos dos meses aproximadamente”, ha informado el concejal de Infraestructuras, que ha pedido disculpas a los vecinos que se han visto afectados por el cierre al tráfico del puente todo este año, “ya que el procedimiento es largo en sus plazos, aunque lo importante ahora es que esto ya es una realidad”.
El técnico municipal Juan Aguado ha detallado en que consiste la reparación del puente donde “se va a proceder a un recalce de la cimentación del estribo con micropilotes para evitar que el pequeño giro que presenta el pilar vaya a más”.
“También se van a sustituir los neoprenos, unas piezas neumáticas de apoyo de los pilares, que son demasiado grandes para los esfuerzos que tenían que soportar y no cumplían bien su misión”, ha comentado Aguado. Las actuaciones de reparación estructural del viaducto incluyen reparar la acera, parte de la capa de aglomerado y también de la barandilla de seguridad, dañadas con los desplazamientos.
Por último, Juan Aguado ha explicado a los periodistas que en 2015 ocurrió lo mismo que ahora en este puente, pero en otro pilar distinto, donde se produjo el mismo descenso de viga, “al tratarse de casos similares en tan corto plazo, en menos de 15 años que tiene el puente, pues lógicamente se considera que es un vicio oculto y hay que actuar para atajarlo”.