Como si de una mala película de acción se tratara, a estas alturas del siglo se están viviendo en Guadalajara escenas que eran muy poco habituales hasta la fecha.
De eso trata esta historia, que ha tenido desenlace provisional días pasados con la detención de dos individuos, pertenecientes a una violenta banda juvenil. Sin embargo, el inicio se remonta nada menos que al verano pasado, en la carretera que une Cabanillas del Campo y Guadalajara.
Por allí andaba el principal protagonista de este suceso, que volvía caminando a su casa de la localidad campiñera por el arcén de la CM-1007, la antigua carretera de Torrelaguna.
Encapuchado y secuestrado
Según su testimonio inicial, nada menos que tres coches se pararon a su altura para cortarle el paso, taparle la cabeza y llevárselo a la fuerza.
A partir de ahí la cosa solo podía ir a peor: el nutrido grupo se lo llevó hasta un parque de Guadalajara cercano a la autovía A-2. Allí le propinaron una paliza con cadenas, porras y otros objetos contundentes.
Para rematar la faena, lo dejaron abandonado, tras la agresión.
Se supone que para evitarse males aún mayores, la víctima no llegó a identificar ante la Guardia Civil a los agresores.
Desde entonces han tenido que pasar meses de trabajo hasta llegar a las detenciones ahora practicadas y dar por resuelto el suceso, que ha sido puesto en conocimiento del Juzgado correspondiente.