Mientras la quinta ola no se controle e incluso hasta que no se llegue a una protección suficiente mediante las vacunas, parece que estaremos condenados a una «montaña rusa» de datos. Frente a los buenos momentos de mayo y junio, en el mes que ahora termina hemos pasado por coyunturas muy diferentes frente al COVID, según qué localidades miremos.
En lo que concierne a la última semana, se han producido incrementos de casos muy considerables en Brihuega (de 1 a 9), Cogolludo (de 1 a 7), Galápagos (de 4 a 7), Tórtola de Henares (de 0 a 4), Valdeaveruelo (de 0 a 4), Uceda (de 5 a 9) y el ya conocido ejemplo de Mondéjar, donde un grupo de jóvenes y su contagio han disparado las cifras, hasta pasar de 3 a 19 positivos.
Incrementos muy notorios
Pero nada de lo anterior es comparable con lo que ha ocurrido entre el 19 y el 25 de julio en Pioz, que ha más que triplicado los casos (de 6 a 20) y en Yebes, que de uno solo han pasado a contabilizar 10 en una sola semana.
Por el censo del municipio también es de preocupar que en El Casar hayan doblado los positivos, de 30 a 66 para un población de 12.415 habitantes.
Del mismo modo, inquieta lo ocurrido en Brihuega, casi en vísperas de la manifestación para reclamar que se celebre el encierro multitudinaria del 16 de agosto. En la villa alcarreña, de un solo caso han llegado a sumar 9 la pasada semana.
La capital y su entorno, estables con ligeras subidas
Mientras, en la capital de la provincia la situación está estabilizada pero «por arriba», ya que de los 176 casos previos se ha pasado a añadir otros 185. Es una estabilidad «al alza» como la de Alovera (de 18 a 22) o la de Marchamalo (de 11 a 12), mientras que en Azuqueca de Henares bajan los positivos (de 70 a 66), al igual que en Cabanillas del Campo (de 25 a 23).
Para comprobar la evolución de las dos últimas semanas municipio por municipio, se pueden consultar las tablas oficiales desde aquí.