El falso techo de escayola de una sala adjunta al despacho de Alcaldía en el Ayuntamiento de Guadalajara, que se utiliza como office, cayó casi por completo hacia las ocho de la tarde del jueves.
No se corresponde con la parte reformada hace apenas dos años, según ha podido confirmar LA CRÓNICA tras contactar con los responsables de la reparación de 2022, aunque sí vuelve a poner en claro que los problemas ya advertidos en la techumbre de las Casas Consistoriales no se han resuelto.
Lo más positivo de este incidente es que no ha habido daños personales, pues ni la alcaldesa ni ninguna otra persona se encontraban en esta sala, aunque sí en las dependencias contiguas. Los presentes tomaron conciencia inmediata de lo que ocurría por el fuerte estruendo que se produjo.
La versión oficial dada por el Ayuntamiento este viernes contiene un error, que en otros medios han reproducido al no verificar el contenido de la nota de prensa municipal. Fue la parte inmediatamente aneja, la del techo del despacho de Alcaldía, la que fue reformada en junio de 2022 por procedimiento de urgencia y con una inversión de 24.000 euros, pues ya se había registrado otro desprendimiento, tras unas intensas lluvias. La de esta parte de Alcaldía, no. En aquellos momentos se estaba realizando, recordemos, la reforma del salón de plenos, contiguo a todas estas dependencias.
Se apunta a un efecto de las filtraciones en la techumbre del edificio consistorial, como la causa de este nuevo desprendimiento, aunque todavía se está pendiente de un informe técnico al respecto.
¿Por qué insiste en caerse este techo sobre los alcaldes de Guadalajara?
Un decreto de urgencia con meses de retraso ya aportó aspectos singulares en su día a toda esta cuestión.
Fue un lunes, 1 de agosto de 2022, cuando un decreto firmado por Alberto Rojo Blas declaraba de emergencia la obra para reparar el techo del despacho de Alcaldía.
¿Por qué tantas prisas? En realidad, ya no hacía falta tanta, porque los trabajos se habían iniciado el 25 de marzo y habían concluido el 7 de junio.
Cielo raso de cañizo, grietas y goteras
Había por entonces, según se asegura, un riesgo cierto de que, al entrar a la Alcaldía, el techo se precipitara sobre los que por allí estuvieran.
Hace años, en el salón de plenos de la Diputación de Guadalajara ya ocurrió algo similar, afortunadamente cuando la estancia también se encontraba vacía. Y al igual que en la Plaza de Moreno, lo que ha venido sobrevolando las cabezas en el despacho de Alcaldía era un cielo raso de cañizo.
La voz de alarma se dio, como decimos, el 14 de marzo, por la existencia notoria de goteras. El agua se filtraba por varias grietas y fisuras. La cosa era tan palpable que el despacho, según se reconocía, no se podía ni utilizar.
La causa estaba, como se pudo comprobar, en el mal estado de la manta impermeabilizante que en su día se había colocado sobre la cubierta del vetusto edificio de las Casas Consistoriales. Al menos, la viguería no se había visto afectada por tantos años de filtraciones. Lo que se hizo en 2022 fue colocar de doble aislamiento.