Del lunes al miércoles próximo, los que vayan al madrileño Café Central podrán ver a un baterista con partituras sobre un atril. También sigue los pentagramas el bajista, así como el teclista. Quien va a su aire es la cantante, que atiende al nombre de Sara Gazarek y que este jueves pasó por Guadalajara, en el inicio de su primera gira española.
La estadounidense, que prodigó sus parrafadas con el público del Teatro Moderno entre tema y tema, llegó a confesar estar cansada y con sueño, por el viaje. Peor habrá terminado este viernes, tras su anunciada actuación en Gran Canaria. Misterios de los agentes y su peculiar sentido para cuadrar calendarios, agendas y destinos sin reparar en los kilómetros de distancia.
Aun con el jet lag a cuestas, Gazarek se esforzó por acreditarse por su voz y por la fama que la acompaña desde hace años.
Como en esto de la música cada cual tiene su propio criterio, a este periodista el concierto alcarreño le dejó sensaciones contrapuestas.
Así, mientras el disfrute era franco y rotundo en las interpretaciones más intimistas (ya fuera a capella o acompañada a solas por el contrabajo o el teclado) la cosa no siempre funcionaba igual de bien en los momentos de mayor barahúnda, quizá por la sonorización.
Decir que Sara Gazarek tiene buena voz es no decir nada, puesto que eso es algo sabido en el mundo y en el mundillo. Por su timbre, a uno le recuerda más a muchas cantantes melódicas que a las grandes matronas negras de los años cincuenta. Y sin embargo, su recital remontó sobre todo con los aires musicales de aquellos años.
Se puso a sambear Gazarek y fue entonces cuando el catalán Marc Miralta nos regaló un perfecto solo de batería, con la melodía ausente muy perceptible en cada golpe de baqueta. Otro tanto podría decirse de los pasajes en los que Alex Boneham quedó, desde el fondo del escenario, a solas ante el auditorio. Más adelante, cuando Gazarek versionó Hallelujah y Jolene, contenida esta última en su último disco, no mejoró los originales de Leonard Cohen y Dolly Parton.
Crooner con faldas
Aunque hablar de crooner y mujer es contradictorio en sus propios términos, ya que es un concepto que se aplica sólo a cantantes masculinos, al arriba firmante le gusta Gazarek cuando te traviste imaginariamente de crooner con faldas, aun sin borsalino sobre la cabeza. Sus guiños al público, el modo en que frasea y el tono chispeante en el modo de andar sobre las tablas encaja ahí más que en otros ambitos del jazz. Al menos, este jueves, en Guadalajara y a criterio de este espectador.
El que no la viera en La Alcarria, que aproveche en Madrid. Los que llenaron la sala en su concierto de Guadalajara aparentaban haber quedado plenamente satisfechos cuando abandonaban el recinto, camino de la calle.
A esas horas, el presidente del Gobierno de España ya viajaba por la A-2, camino de La Moncloa, después de haber llenado el Teatro Buero Vallejo, con otras músicas y con otras letras. Cada cual, con su arte y con su público.
La próxima cita de jazz en la ciudad será con el hijo de Clint Eastwood. Recordamos el programa con las siguientes actuaciones de este ciclo:
TEATRO AUDITORIO BUERO VALLEJO
Jueves 31 de octubre
kile eastwood BAND
Kyle Eastwood – Bajo
Andrew McCormack – Piano
Quentin Collins – Trompeta
Brandon Allen – Saxo
Chris Higginbottom – Batería
TEATRO MODERNO
Jueves, 7 de noviembre
KARRIN ALLYSON QUARTET
Karrin Allyson – voz y piano
Miro Sprague – piano y teclado Rhodes
Marty Jaffe – bajo
Daniel Schnelle – batería
TEATRO AUDITORIO BUERO VALLEJO
Jueves, 14 de noviembre
YELLOWJACKETS
Russell Ferrante – teclado, sintetizadores
Dane Alderson – bajo eléctrico
Bob Mintzer – saxofón, clarinete bajo
William Kennedy – batería
TEATRO MODERNO
Viernes, 15 de noviembre
JUAN VINUESA JAZZ QUARTET
Juan Vinuesa – Saxo tenor
Josh Berman – Corneta
Jason Roebke – Contrabajo
Mikel Patrick Avery – Batería y percusión
TEATRO MODERNO
Jueves, 21 de noviembre
NAUGHTY PROFESSOR
Bill Daniel – guitarra
Noah Young – bajo
Sam Shahin – batería
Nick Ellman – saxo alto y barítono
Ian Bowman – saxo tenor
John Culbreth – trompeta