El diestro alcarreño Javier Sánchez Vara ha recibido el escapulario, que le acredita como el triunfador de la feria peruana de Macusani en honor a la Santísima Virgen Inmaculada Concepción.
Se da la muy curiosa circunstancia de que la plaza de toros de Macusani pasa por ser la más alta de mundo, con sus con 4.380 metros sobre el nivel mar. Cualquiera que haya viajado a Colombia, Ecuador, Bolivia o el propio Perú sabe que el ejercicio físico es muy complicado incluso a partir de los 3.000 metros, lo que compromete mucho más toda una corrida de toros a más de 4.000, por la escasez de oxígeno que se sufre.
El diestro guadalajareño salió a hombros del coso andino tras cortar las dos orejas de su segundo toro. Estaba acartelado junto al portugués Nuno Casquiha, quien también logró los dos trofeos en el segundo de su lote y el torero local Luis López, que cortó una oreja del sexto.