Los agentes del Destacamento de Tráfico de la Guardia Civil de Guadalajara hacen algo más que poner multas o, mientras circular, provocar que los conductores levanten automáticamente el pie del acelerador. Llegado el caso, salvan vidas.
Una pareja de «motoristas», cuando prestaban servicio en la autovía A-2 y circulaban dentro del área de servicio del kilómetro 73, en Torija, observaron que el empleado de la gasolinera caía al suelo, desplomándose entre los
surtidores. El operario se golpeó fuertemente la cabeza contra el suelo.
Los agentes acudieron rápidamente, para prestarle auxilio. Una vez junto a esta persona, los agentes comprobaron que el empleado había perdido el conocimiento y se encontraba con los ojos entornados, una más que apreciable rigidez en
uno de sus brazos y temblores.
Hipoglucemia
Tras colocarle en la conocida como «posición de seguridad» y después de comprobar que tenía las vías respiratorias abiertas y que no había nada en el interior que las obstruyera, solicitaron urgentemente una ambulancia.
La persona auxiliada recuperó la conciencia levemente, indicando entre balbuceos que es diabético y que no se había tomado la medicación. Los agentes se pusieron en contacto con los servicios sanitarios para indicar con más detalle
lo sucedido y, siguiendo las indicaciones de un facultativo, consiguieron estabilizarlo hasta la llegada los servicios sanitarios.