La Policía Nacional ha detenido a siete personas por estafar 356.500 euros a una mujer de Ávila, mediante una modalidad de engaño conocida como «estafa amorosa». Estos sujetos fueron identificados, localizados y detenidos todos ellos en Guadalajara.
La investigación partió de una denuncia presentada por una mujer el año pasado, en la que advirtió que había sido estafada por una persona a la que había conocido a través de Facebook.
Para poder llevar a cabo el engaño con éxito, los estafadores se aprovechaban de perfiles abiertos de otras personas en redes sociales para conseguir fotos, nombre y otros datos de interés, para poder montar una historia creíble.
De este modo, utilizaban indistintamente perfiles falsos masculinos o femeninos dependiendo de su víctima.
Una vez seleccionada la víctima, los ciberdelincuentes recopilaban previamente la información que constaba de ella en internet. Así, conociendo algo a la víctima podían orientar mejor los mensajes que la enviaban, para ganarse su confianza.
Una vez que contactaron con la víctima a través de Facebook, la invitaron a seguir contactado fuera de la página, para poder escapar de los controles de seguridad, borrando los perfiles y no dejando rastros ni evidencias.
Un falso «agente de seguridad» norteamericano
El impostor le enviaba fotos y una vez ganada su confianza, le hacía ver que era un agente especial de seguridad de Estados Unidos y que trabajaba para la ONU en inteligencia militar. Para redondear la historia, aseguraba que actualmente estaba en Siria porque había sido herido en una pierna, manifestándole que tenía una importante cantidad de dinero que quería sacar de allí por temor a que se lo quitaran, llegando a pedir a la estafada que se los guardara, pues tenía previsto venir a España para conocerla y recuperarse de las heridas, e incluso le planteaba que con ese dinero se establecería en España.
Una vez que la víctima acepta la petición, una supuesta empresa de seguridad se pone en contacto con ella y le empieza a pedir distintas cantidades de dinero para solventar diferentes trámites necesarios para que la caja que lleva el dinero a custodiar llegue a su poder. Le aseguran que una clave le permitiría abrir la supuesta caja y recuperar el dinero que estaba enviando para poder recibirla.
La estafada llegó a pedir créditos
Logrado el engaño, la víctima fue aportando las cantidades solicitadas, pidiendo incluso varios créditos, siendo advertida por una de la entidades bancarias de que podía estar siendo objeto de una estafa, momento en el que pone la denuncia en la Comisaría de Ávila.
Por entonces, los desaprensivos residentes en Guadalajara ya le habían «levantado» 365.000 euros.