Ahora sí que ha llegado el verano, en todos los sentidos, tanto en el calendario como en los termómetros. Por eso, no son pocos los que, llegado el fin de semana, buscan un lugar para el esparcimiento, a ser posible, al fresco. Una de las opciones más interesantes son las zonas de baño, bajo control sanitario y con acceso libre, que en Castilla-La Mancha son 36, de las cuales hay 7 en la provincia de Guadalajara.
En todos los casos se trata de espacios habilitados y controlados, donde se puede disfrutar de la naturaleza y de parajes tranquilos de gran belleza, con una extensa red de playas y, lo más esencial, zonas de baño.
En Guadalajara se agrupan un total de siete zonas de aguas de baño, dos en el río Tajo (Trillo y Zaorejas); tres en el embalse de Entrepeñas (Alocén, Durón y Pareja); una en el embalse de Alcorlo (La Toba) y una en el embalse de Pálmaces.
Espacios revisados
Para proteger la salud de las personas usuarias de las zonas de baño, la Consejería de Sanidad, a través de la Dirección General de Salud Pública, lleva a cabo un Programa Regional de Vigilancia Sanitaria de las Aguas de Uso Recreativo, desarrollado por las Secciones responsables de Salud Ambiental y los Distritos de Salud.
Este programa permite el control de la calidad de las aguas, las instalaciones y sus entornos. La vigilancia de estos espacios está basada fundamentalmente en la inspección ocular de la playa y el agua, así como la toma de muestras del agua de las zonas de baño para comprobar su calidad. A partir de estos datos la Consejería de Sanidad emite informes sobre la aptitud de baño de las aguas, con una periodicidad quincenal hasta que finalice la temporada de baño, el 15 de septiembre.
Entre los análisis de las aguas de baño, se determinan, en la red de Laboratorios de Salud Pública, todos los parámetros microbiológicos exigidos por la normativa vigente en los Laboratorios de Salud Pública. Además, se vigilan otros parámetros biológicos como cianobacterias, microcistinas que se investigan en las Secciones de Salud Ambiental y Microbiología Clínica y Ambiental, ambas del Instituto de Ciencias de la Salud de Talavera de la Reina.
Para conocer el estado de estos espacios se puede acceder al sistema nacional de información sanitaria ‘NÁYADE’ (http://nayadeciudadano.sanidad.gob.es/) o a la página web Sanidad Castilla-La Mancha (https://sanidad.castillalamancha.es/ciudadanos).
¿Y qué encontramos en el resto de Castilla-La Mancha?
En otras provincias de Castilla-La Mancha también hay mucho donde elegir. En Albacete, por ejemplo, se controlan ocho zonas de baño siete corresponden a las lagunas del municipio de Ossa de Montiel (Lagunas de la Colgada, la Salvadora, la Tomilla, la de Santo Morcillo, la Redondilla y las dos de San Pedra), del Parque de las Lagunas de Ruidera y una en el Río Júcar en el municipio de Alcalá del Júcar.
En Ciudad Real se vigilan nueve zonas de baño en total, encontrándose cinco en el río Bullaque (tres corresponden al municipio de Piedrabuena y dos en el municipio El Robledo); una en el Pantano de Carboneras, en el municipio de Brazatortas y tres zonas de baño en Ruidera, dentro del Parque Natural de Las Lagunas de Ruidera (Lagunas del Rey, Entrelagos y la Morenilla), ha informado la Junta en un comunicado.
En la provincia de Cuenca se supervisan ocho zonas de baño, el embalse de Buendía, con dos zonas de baño (ambas en Buendía); el río Guadiela (Albendea); la Laguna del Tobar (Beteta); el río Escabas (Cañamares); el embalse de la Toba (Cuenca), el río Cuervo (Santa María del Val) y el río Júcar (Cuenca).
La provincia de Toledo cuenta con cuatro zonas de baño, tres en las Lagunas de Villafranca de los Caballeros y una en el embalse de Cazalegas.