Los 350 diputados que resulten elegidos en las elecciones de este domingo cobrarán un mínimo mensual de 3.800 euros, podrán estrenar una tableta, modelo iPad, y dispondrán también de un móvil iPhone, tendrán que declarar su patrimonio y, por primera vez, deberán rellenar también una declaración de sus intereses especificando de qué empresas venían cobrando hasta ahora.
Los nuevos dueños de los escaños del Congreso cobrarán su primer sueldo a finales de mayo, pocos días después de la sesión constitutiva de la Cámara, prevista para el 21 del mes que viene, en la que tomarán formalmente posesión de su cargo al jurar o prometer la Constitución. Pero en esa primera nómina se incluirá también la parte proporcional del sueldo correspondiente a los días 29 y 30 de abril.
Casi 2.000 euros al mes por no vivir en Madrid
La asignación básica será de 2.972,94 euros brutos al mes igual para todos los diputados, a la que se suman complementos en función de su papel en la Cámara y una indemnización neta (sin impuestos) por gastos derivados de su actividad parlamentaria en la capital: 917.03 euros al mes para los electos por Madrid y 1.921,20 euros para el resto.
Estas cantidades fueron aprobadas por la Mesa del Congreso el pasado mes de enero, después de que la Cámara convalidara el decreto ley por el que el Gobierno aprobó la subida del sueldo de los funcionarios. Las retribuciones de los parlamentarios se fijan en los Presupuestos de la Cámara, pero aumentan o disminuyen igual que las de los trabajadores de la Administración General del Estado.
Dado que el Gobierno optó por subir el sueldo de los empleados públicos por decreto antes de intentar tramitar los Presupuestos Generales del Estado para 2019, el Congreso decidió aplicar ese incremento a los diputados sin esperar a que el proyecto presupuestario viera la luz. Esos Presupuestos no llegaron ni a tramitarse por falta de apoyos, pero la subida salarial decidida en enero para los diputados y el personal de la Cámara se mantuvo.
INDEMNIZACIONES Y PLUSES
Los nuevos diputados, además del citado 'salario base', y las indemnizaciones para gastos de representación podrán recibir una serie de complementos para gastos de representación y de libre disposición en función del cargo parlamentario que desempeñen.
Los máximos son los que perciben los portavoces de los grupos parlamentarios (2.819,97 euros al mes) y los cuatro vicepresidentes de la Cámara (3.060,92), hasta llegar a los 9.651,04 euros extra que se reservan a la Presidencia de la Cámara.
El Congreso cubrirá además los gastos de transporte de los diputados abonando directamente el precio del billete a la empresa transportista, a no ser que los parlamentarios utilicen su propio vehículo, para lo que se les abonarán 0,25 euros por kilómetro siempre que el desplazamiento esté debidamente justificado.
Bono-taxi
Los que no tengan coche oficial tendrán a su disposición, como viene ocurriendo desde el año 2006, una tarjeta para sus desplazamientos en taxi por Madrid con un límite de 3.000 euros anuales.
Los diputados que ya tenían escaño y logren renovarlo podrán seguir utilizando los teléfonos iPhone que tenían en la anterior legislatura, y sus nuevos compañeros recibirán terminales del mismo modelo, de 2018, que la Cámara tiene en 'stock'.
El paquete tecnológico que la Cámara pone a disposición de los diputados se completa con una tableta iPad que, en este caso, serán nuevas para todas sus señorías. Las que se venían utilizando hasta ahora datan de 2016 y Apple va a dejar de fabricarlas próximamente. Por eso el Congreso ha optado por convocar un nuevo concurso para actualizar estos aparatos por un importe superior a medio millón de euros.
Asimismo, los diputados elegidos el domingo serán los primeros a los que se les aplique el nuevo Código Ético de la Cámara que implica que, además de presentar las dos declaraciones que ya se exigen al acreditarse en el Congreso, una sobre bienes y patrimonio y otra de actividades, tendrán que adjuntar una tercera declaración de "intereses económicos".
¿Con quién se pueden reunir?
En ese escrito, que será público en la web del Congreso al igual que las otras dos declaraciones, tendrán que detallar las actividades privadas que le han generado rendimiento económico en el pasado, incluyendo el periodo, el nombre del empleador y el sector en el que se ha operado, así como las donaciones, obsequios no remunerados, incluyendo viajes e invitaciones a actividades deportivas y culturales, que pudieran reflejar algún tipo de interés económico.
Además, los diputados tendrán que tomar todas las medidas necesarias para evitar la existencia de un conflicto de intereses que pueda "poner en duda su objetividad e independencia" y, si no se puede resolver, deberá comunicarlo antes del debate y votación del punto que le afecte, lo que abre la puerta a su inhibición.
El nuevo código también les obliga a rechazar "obsequios o beneficios que puedan ser razonablemente percibidos como un intento de influir en su conducta".
En la página web de la Cámara se publicará una breve reseña de los datos biográficos académicos de sus señorías y se podrán consultar todos los títulos, datos y archivos que el parlamentario considere relevantes. También tendrán que hacer pública su agenda institucional incluidas sus reuniones con 'lobbies'.